Greenpeace Países Bajos ha hecho públicas parte de las conversaciones secretas mantenidas entre la Unión Europea (UE) y los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) para firmar un acuerdo comercial, que ponen de manifiesto una gran amenaza para el clima y la preservación de los hábitats naturales en América del Sur, incluidas las sensibles regiones de Amazonas y Cerrado en Brasil.
Los documentos filtrados, que suman 171 páginas, son textos que hasta la fecha no han sido hechos públicos por los responsables de la UE, y se han conocido en vísperas de la ronda de negociaciones que comienza este viernes 8 de diciembre de 2017 en Buenos Aires.
Las filtraciones ponen de manifiesto nuevamente el fracaso de la Comisión Europea y los Gobiernos europeos para cumplir con sus compromisos de transparencia.
“El carácter clandestino de estas negociaciones comerciales socavan la democracia y la confianza pública en los políticos. Este acuerdo comercial en particular se ve eclipsado por serias acusaciones de corrupción en Brasil, los asesinatos de activistas ambientales y líderes indígenas, y una gran amenaza para el medio ambiente”, ha declarado Miguel Ángel Soto, portavoz de Greenpeace España.
“Los países del Mercosur esperan aumentar masivamente las exportaciones de carne a Europa, lo que llevaría a una mayor expansión de la ganadería hacia regiones todavía intactas de los bosques amazónicos, que serían destruidos, del Cerrado brasileño o el Chaco en Argentina. Hasta que estas cuestiones no sean abordadas correctamente en el contenido del acuerdo, las negociaciones sobre este tratado no deberían seguir avanzando“, ha añadido Soto.
En la actualidad, los países del Mercosur exportan a la UE alrededor de 200 000 toneladas de carne de vacuno y los negociadores de la UE han ofrecido a los países del Mercosur un aumento de la cuota de importaciones de hasta 70 000 toneladas, aunque los observadores esperan que esta oferta aumente a 100 000 a 130 000 toneladas.
La soja: motor de la deforestación
Pero el principal producto que exportan los países del Mercosur a la UE es otro motor de la deforestación: la soja, que representa el 22 % del valor de las exportaciones. Esta soja es utilizada en la UE para alimentar a la cabaña ganadera, y está presente en el 67 % de los piensos de engorde de la producción intensiva de carne. Dos tercios de estas cantidad procede de Brasil. Los investigadores sospechan que las importaciones de soja de los países del Mercosur aumentarán como resultado de estas negociaciones.
Los impactos de la producción de soja y la ganadería en la selva amazónica y otros ecosistemas circundantes han sido extensamente documentados. La región amazónica brasileña perdió 37 000 km² de cobertura arbórea en 2016, un área aproximadamente del tamaño de Suiza, casi tres veces más que en 2015. Entre 2013 y 2015, cerca de 19 000 km² de bosque fueron destruidos en la región de sabana tropical del Cerrado en Brasil. El plan de desarrollo ganadero intensivo de Argentina para el norte del país prevé un aumento en la producción de alrededor de diez millones de vacas, principalmente para la exportación a Europa y China. Esta expansión amenaza diez millones de hectáreas de bosques protegidos en la región del Gran Chaco.
Brasil se encuentra envuelta en una grave crisis política, y su Gobierno ha desmantelado las salvaguardas ambientales y de derechos humanos, y ha expuesto las áreas previamente protegidas de la selva tropical a la deforestación producida por la expansión agrícola.
Greenpeace advierte que la entrada de grandes cantidades de carne de vacuno como consecuencia del efecto acumulativo de los tratados firmados con otros países y regiones (Canadá, México, Mercosur, Australia, etc.) puede generar un impacto negativo en los ecosistemas europeos.
“En España numerosos hábitats rurales conviven en equilibrio con un tipo de ganadería tradicional y sostenible que podría desaparecer, generando disfunciones en el funcionamiento los ecosistemas”, ha apuntado Soto. “Muchos ecosistemas ibéricos, como los paisajes de dehesa, dependen en gran medida de la supervivencia de la ganadería extensiva. El aprovechamiento ganadero, además de ser un pilar en el desarrollo rural de amplias zonas, tiene una gran importancia ecológica, ya que contribuye a mantener el hábitat de especies amenazadas como el águila imperial, el buitre negro, la cigüeña negra o el lince ibérico”.
Los documentos filtrados y publicados por Greenpeace Países Bajos sobre las negociaciones entre la Unión Europea y los países del Mercosur tienen fecha de julio de 2017, excepto un documento que es de 2016. Si este acuerdo se concluye, el tratado comercial UE-Mercosur podría ser el mayor acuerdo comercial de la UE, abarcando un volumen comercial similar al comercio de la UE con Japón.