In memoriam: Fernando Múgica

El fotoperiodismo se ha apagado en la noche de ayer durante un instante que hoy dura. Fernando Múgica colgó su cámara por primera vez.

Quizá también la sonrisa que no le permitía dejar de hacer lo que mejor sabía retratar, la información. Personajes, lugares, entrevistas, viajes, acaso el motor del periodismo del siglo XX que poco a poco deja esa huella imborrable en las retinas de todos los que hoy estudian la historia de la España que emergía de la nada, esa que nos concedía el haluro de plata cuando nos lo dejaban revelar.

mugica-fotografiando-cuerpo-guerra-vietnam_124249521_4804984_1706x960 In memoriam: Fernando Múgica
Guerra de Vietnam, F. Múgica disparando en las escena (El Español) ©

En esas doce, veinticuatro o treinta y seis imágenes de los carretes que guardábamos con recelo, los fotoperiodistas éramos enviados especiales a la escena. En nuestros ojos cabía solamente la imagen en mayúsculas; esa que les permitía dejar para siempre el recuerdo de cuantos después pudieran leer nuestra imagen. Así era Fernando. Un maestro humilde que siempre disparaba con una energía inconfundible; la del que nunca se conforma solamente con esa imagen. La información que corría por sus venas, se leía en los necesarios ejemplos en donde transfería lo que había visto. Esos eran los periodistas gráficos, imborrables ejemplos que han permanecido, y permanecerán en la historia del periodismo español, Fernandos, ha habido pocos.

El reportero navarro nos ha dejado con tan solo 69 años. Miembro fundador del diario El Mundo nació en Pamplona. Sus ojos vieron los conflictos en Israel, el Gólfo Pérsico, Argelia, Líbano, Panamá, Nicaragua, Vietnam..11 M, entre otros. Un hombre que amaba el oficio más interesante del mundo; el periodismo y además, la fotografía; bendita profesión que tanto enseña al que tiene la capacidad infinita de ver, y esa junto con su capacidad humana era la imagen de Fernando.

La importancia de sus fotos; su forma, su manera objetiva de ver la información trasladaba la codificación visual de su imagen informativa a otros conceptos más allá del enfoque teórico; la relación ya olvidada del método que confería un íntimo espacio entre el fotógrafo y su imagen. Reflexiones y luego un disparo. El hecho comunicativo y global de Fernando empezaba en su forma de acercarse sin miedo a la escena con su Leica. Y de ahí todo lo demás.

Ese código visual que alcanzaba a ver el valor de esa información que luego se contemplaría para siempre; la verdadera cuestión que luego justificaría el lenguaje fotográfico de  Múgica. Quienes hemos comprendido la realidad del fotoperiodismo con un carrete en la mano sabemos que el suyo no fue un trabajo fácil. Quizá en el temor de seguir viviendo y viendo, fotografiemos hoy todo, no como se hacía entonces; la mirada escueta, la singularidad del disparo y finalmente la elección; única y capaz elección de concebir esa foto como única.

Fernando. nunca te habrás ido del panorama del periodismo español. El legado es tan grande y la fuerza de tus imágenes tan singular que con el dedo señalaremos a propios y a extraños que esa imagen es tuya y lo digo en singular. Los que hemos visto la realidad a través de los ojos de una cámara sabemos elegir la imagen en un cajón; esa que nos pertenece porque la hemos mimado desde que la vimos ahí, quieta aunque hoy no lleve nuestro nombre, no tenga un copyright y nadie sepa quién la ha hecho.

Te conocí siendo yo profesora universitaria en unas jornadas de fotoperiodismo. Enseguida hablamos y me contaste. Te conté y todo lo demás vino por añadidura. Maestro entre colegas y amigo para siempre. Ahora tú, que nos ves, comprobarás que tu humanidad, tu calidad como periodista y tu singularidad como fotero, permíteme que te tutee en un día como hoy; es y será imborrable, como tu sonrisa, hoy efímera pero que en un día tan triste, nos hace sonreír también.

Adiós amigo y gracias por haber pasado por aquí. Seguro que ahí arriba nos lo podrás contar si no has empezado a disparar a diestro y siniestro ya. Acabáramos.

Descansa en paz.

 

Ana De Luis Otero
PhD, Doctora C.C. Información - Periodista - Editora Adjunta de Periodistas en Español - Directora Prensa Social- Máster en Dirección Comercial y Marketing - Exdirectora del diario Qué Dicen - Divulgadora Científica - Profesora Universitaria C.C. de la Información - Fotógrafo - Comprometida con la Discapacidad y la Dependencia. Secretaria General del Consejo Español para la Discapacidad y Dependencia CEDDD.org Presidenta y Fundadora de D.O.C.E. (Discapacitados Otros Ciegos de España) (Baja Visión y enfermedades congénitas que causan Ceguera Legal) asociaciondoce.com - Miembro Consejo Asesor de la Fundación Juan José López-Ibor -fundacionlopezibor.es/quienes-somos/consejo-asesor - Miembro del Comité Asesor de Ética Asistencial Eulen Servicios Sociosanitarios - sociosanitarios.eulen.com/quienes-somos/comite-etica-asistencial - Miembro de The International Media Conferences on Human Rights (United Nations, Switzerland) - Libros: Coautora del libro El Cerebro Religioso junto a la Profesora María Inés López-Ibor. Editorial El País Colección Neurociencia y Psicología https://colecciones.elpais.com/literatura/62-neurociencia-psicologia.html / Autora del Libro Fotografía Social.- Editorial Anaya / Consultora de Comunicación Médica. www.consultoriadecomunicacion.com Actualmente escribo La makila de avellano (poemario) y una novela titulada La Sopa Boba. Contacto Periodistas en Español: [email protected]

1 COMENTARIO

  1. Descanse en paz y gracias por jugarte la vida en muchas ocasiones para mostrarnos la realidad con tú cámara

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.