Luis de Luis[1]
A pesar de lo que se lleva años diciendo y repitiendo las niñas si quieren ser princesas y, en las inmortales palabras de Hernández y Fernández, yo aún diría más: quieren serlo en sus propios términos, quien serlo sin tener la sangre azul, sin lucir traje de gala, sin tener príncipe encantador, sin tener, ni siquiera, trono.
Las niñas quieren ser princesas en la acera, en el descansillo, en el trastero o en el bar de copas; princesas sin fortuna, ni maldición, princesas de andar por casa, sin carruaje, besamanos o reverencia.
Y Adrián Perea lo sabe bien, muy bien de hecho y por eso, cual si fuera Disney en el Madrid de 2019, ha escrito esta luminosa comedia sobre equívocos palaciegos en el que junta a cuatro intérpretes entusiasmadas que derrochan encanto: Andrea Martínez como Rapunzel futbolera y cantautora ensimismada; Celia Arias como una pizpireta cocinera, la sobria y emotiva Ana Carril y la fabulosa Pepa Mangas en un papel doble, doblemente entrañable.
Y es que todo en esta radiante comedia está pensado (y bien pensado) para sorprender y agradar, para provocar disfrute sin escatimar ganas, ni esfuerzo. Ni, ya se ha dicho, conviene repetirlo: entusiasmo.
Y es que el espectador de “La princesa tiene cáncer” se verá transportado a la dulzura de un cuento de Navidad, y ha de saber que – mientras luce, minuto y minuto, una sonrisa de oreja a oreja – va a disfrutar de una luminosidad, alegría e inocencia de los mismos quilates que un villancico interpretado por el mismísimo Dean Martin durante una función presidida por la más auténtica y noble bondad.
- Luis de Luis es crítico teatral.
FICHA ARTÍSTICA
Andrea Martínez– La princesa Aurora
Celia Arias– Nuria
Ana Carril\ Pilar Camarasa– Ángeles
Pepa Mangas– La reina \ Doña Paloma
Una comedia de Adrián Perea
Escenografía: Andrea Torrecilla
Vestuario: Javier Noriega
Diseño gráfico e Iluminación: Álvaro Nogales
Fotografía: Érica Martínez
Coreografía: Pablo Martinez Bravo