Buscando aquí y allá, hemos encontrado un nuevo adjetivo calificativo para determinar al sustantivo, en este caso que nos ocupa, a las personas de la tercera edad, el cual nos parece de una precisión impresionante, nos referimos al término adultescente, que se refiere a toda mujer u hombre que después de los 60 años se abre paso con un sentido de juventud.
Desde luego que no abordamos el tema por nosotros mismos, aunque bien lo podríamos adoptar, sino por las implicaciones sociales que este aumento de la población causando en todos los países.
Es obvio que las políticas sanitarias y el desarrollo de la medicina ha provocado una esperanza de vida, que hace apenas dos décadas era impensable. El envejecimiento de la población conlleva una serie de desafíos para la comunicación, problemática que a partir de este lunes es abordado por el Instituto Internacional de Periodismo José Martí de Cuba, IIPJM, con la cooperación del UNFPA, Fondo de Población de las Naciones Unidas, y la asistencia técnica del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM) de la Universidad de La Habana, dentro de la séptima edición del Curso de Posgrado de Periodismo y Dinámica de Población
La destacas maestra Rebeca Cabrales del Departamento de Comunicación de la prestigiada institución académica, nos explica:
“A la hora de diseñar políticas de desarrollo, gobernantes y ciudadanías empiezan a observar con más cuidado las dinámicas de población, aunque no les otorgan aún toda la relevancia que requieren. La complejidad de las tendencias demográficas es diversa en alcance y rasgos entre países o entre regiones de un mismo país.
Si bien el envejecimiento de las poblaciones es un fenómeno reciente, tiende a convertirse en rasgo común de América Latina y el Caribe. En algunos países como Uruguay, Cuba, Chile, Costa Rica y Barbados, nosotros agregamos a México, crece la proporción de personas envejecidas, lo que plantea desafíos singulares a la sociedad, a las políticas de inversiones y a los medios de comunicación.
- ¿Cómo articular las políticas de desarrollo con un elevado índice de envejecimiento demográfico?
- ¿Cómo inciden en la dinámica de población actual el comportamiento de la fecundidad, la mortalidad y las migraciones?
- ¿Es un problema que más del 20 por ciento de la población tenga 60 años o más en Cuba?
- ¿Qué retos trae para la sociedad cubana en el orden económico, social y familiar, que aumenten los adultos mayores?
- ¿Está estructurado el sistema de cuidados adecuadamente para hacer frente a este fenómeno?
- ¿Cómo construir una sociedad amigable con el envejecimiento?
Centrado en estos ejes, que son el meollo de estos estudios que se han iniciado en la Habana, sin duda obtendremos resultados para mejor atender y enfrentar a esta y a las futuras generaciones de los adultescentes.