La Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, siglas en francés) finalmente ha decidido el jueves 26 suspender el Torneo de Candidatos que se disputaba en la ciudad rusa de Ekaterimburgo justo cuando llegaba a su mitad.
La decisión no se debe directamente al coronavirus sino que es motivada por una cuestión logística, debido al decreto emitido por Moscú de suspender desde el viernes 27 de marzo el tráfico aéreo entre Rusia y el extranjero.
La FIDE explica que quiere que todos los jugadores puedan regresar a su casa antes de esa fecha. Previamente ya había anunciado el aplazamiento a 2021 de la Olimpiada de ajedrez prevista para este mes de agosto en Rusia.
«La FIDE no puede mantener el torneo sin garantías de que jugadores y oficiales puedan regresar a tiempo y de forma segura a sus casas. En esta situación, y en base a la cláusula 1.5 del reglamento del torneo, el presidente de la FIDE resuelve parar la competición», declaró el presidente de la federación internacional, el ruso Arkady Dvorkovich.
El torneo que era la única competición internacional deportiva que se disputaba en la actualidad, se reanudará a partir de la octava ronda, sin fecha concreta, conservando los resultados de las siete partidas de esta primera mitad. Su celebración ya fue motivo de polémica desde un inicio. “Veremos si la decisión fue correcta al final del torneo”, afirmó en su día el italoamericano Fabio Caruana, uno de los ocho contendientes.
También otro jugador, el ruso Alexander Grischuk había solicitado días atrás la suspensión del torneo: «el ambiente es muy hostil. Para mí es muy difícil, no quiero jugar, no quiero estar aquí» y el chino Wang Hao se quejó del maltrato ruso antes del inicio de las partidas.
El ex campeón del mundo, Vladimir Kramnik, ya renunció a ir de comentarista considerando que no se debía disputar.
Ni qué decir tiene que esta decisión favorece a algunos ajedrecistas y perjudica evidentemente a otros. La clasificación estaba encabezado con 4,5 puntos por el francés Maxime Vachier-Lagrave –precisamente el jugador reclutado diez días antes del torneo al renunciar el azerí Teimour Radjabov-, y el ruso Ian Nepomniachtchi.
Posteriormente van un grupo de cuatro jugadores, donde se encuentra Caruana, uno de los a priori favoritos, junto a Grischuk –todas sus partidas en tablas-, el holandés Anish Giri y el chino Wang Hao. Algo más descolgados, y sin apenas posibilidades, el que se presumía también favorito, el chino Ding Liren (las dos cuarentenas en China y Rusia le han podido hacer mella) que, con tres derrotas en siete partidas, iguala por abajo con el candidato más flojo, el invitado por la organización, el ruso Kirill Alekseenko quien reconoció que todos los candidatos deben estar por «una calificación deportiva».
La competición estaba recibiendo millones de espectadores vía internet, la organización cifró en más de un millón los que la seguían solo en China. Y es que muchos han descubierto, o redescubierto de nuevo, el más que milenario juego con una audiencia de millones de seguidores. Incluso casas de apuestas en Estados Unidos se planteaban contar con el torneo de candidatos ahora que el resto de deportes estaba cerrado.
Y es que el número de usuarios registrados y partidas en las plataformas ajedrecísticas va en aumento (según www.lichess.org, tienen una subida del 30%) También el sitio web, chess.com, según la FIDE, ha visto crecer sus números en un 30-40% y cuenta con 400.000 nuevos miembros. Además, este sitio contabiliza 7,6 millones de partidas jugadas en un período de 24 horas, un número que según los informes está aumentando día a día.
Se especula la posibilidad de que el resto del torneo se disputara vía internet, con los ajedrecistas con un árbitro al lado. Sin duda, un auténtico fraude con la excusa de que hay mucho ajedrez disputado a través de las pantallas virtuales. Nunca se llegaría tan bajo, pero con la actual FIDE y sus propagandistas, todo es posible.
Mientras, el actual campeón del mundo, el noruego Magnus Carlsen espera rival para disputar el campeonato a partir del 20 de diciembre en Dubai, coincidiendo con la Expo mundial que se celebrará en Emiratos Árabes Unidos, siempre, claro, que el coronavirus lo permita.