Greenpeace pide controles inmediatos de las 430 centrales nucleares en todo el mundo, de las cuales seis se encuentran en España con un total de ocho reactores. La petición se produce tras el descubrimiento del órgano regulador nuclear de Bélgica de miles de grietas inesperadas en componentes críticos de los dos reactores nucleares belgas de Doel 3 y Tihange 2.
Las grietas se encontraron en las vasijas de presión, que son el corazón de un reactor nuclear y contienen el combustible nuclear, altamente radiactivo. El fallo de este componente puede causar un accidente nuclear de grandes dimensiones.
El 13 de febrero, dos líderes científicos en materiales anunciaron que el agrietamiento generalizado e inesperado podría estar relacionado con la corrosión debida al funcionamiento normal, con potenciales implicaciones para los reactores en todo el mundo. Ante esta información, el director general de la Agencia Federal de Control Nuclear (FANC), Jan Bens, declaró que, «esto puede ser un problema global para toda la industria nuclear. La solución es poner en práctica en todo el mundo, las inspecciones precisas de los 430 centrales nucleares».
«Lo que estamos viendo en Bélgica es muy grave y significa que el riesgo de un fallo nuclear catastrófico posiblemente esté aumentando, en especial para los reactores nucleares envejecidos, como los españoles, con una media de 31 años», ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña antinuclear de Greenpeace. «El Consejo de Seguridad Nuclear debe revisar cuanto antes las centrales nucleares en España a la luz de las declaraciones del director general de la Agencia Federal para el Control Nuclear belga».
Los reactores belgas dañados se cerraron temporalmente después de que en el verano de 2012 el regulador detectara en ellos 8000 y 2000 fisuras respectivamente. Se pensó que podían deberse a un problema de fabricación, lo que en España puso especialmente en el punto de mira a las centrales de Garoña (Burgos) y Cofrentes (Valencia), ya que sus reactores fueron fabricados por la misma empresa. Pero no se han encontrado pruebas que lo corroboren o desmientan. Los reactores belgas se reabrieron y continuaron con los estudios. En el caso de España el Consejo de Seguridad Nuclear pidió entre los requisitos para la nueva licencia de reapertura de Garoña que se descartaran fallos similares a los de Doel 3 y Tihange 2.
Centrales envejecidas
En marzo de 2014 detuvieron ambos reactores nuevamente a petición del propio operador después de que las pruebas adicionales revelarán una inexplicable fragilización avanzada del acero en una muestra de ensayo.
«En España no solo tenemos un parque nuclear envejecido, sino que además dos de los reactores, Garoña y Cofrentes, han sido fabricados por la misma empresa que los belgas. El Consejo de Seguridad Nuclear debe asegurarse de que están en perfecto estado de mantenimiento y descartar defectos similares», ha subrayado Montón.
En los reactores nucleares envejecidos como los españoles, la radiación causa en el acero de la vasija de presión daños o fragilización. De acuerdo con las declaraciones del 13 de febrero de los dos científicos independientes expertos en materiales (2), los daños en los reactores belgas pueden ser parcialmente causados por un problema en la migración de los átomos de hidrógeno que ocurren en el acero de la vasija, exacerbando y expandiendo el agrietamiento.
“El fenómeno es como en un camino o una carretera en invierno, donde el agua se escurre por las pequeñas grietas, se congela y se expande, rompiendo la carretera; parece que el hidrógeno del agua que está dentro de la vasija que enfría el núcleo del reactor está llegando al interior del acero, reaccionando y destruyendo la vasija de presión desde dentro”, aclara Montón.
La Agencia Federal para el Control Nuclear belga emitió este 13 de febrero un comunicado confirmando que las pruebas adicionales efectuadas en 2014 revelaron 13047 grietas en Doel 3 y 3149 en Tihange 2, muchas más que las inicialmente detectadas. El 15 de febrero el operador del reactor nuclear, Electrabel (empresa matriz de GDF/ Suez) anunció que estaría dispuesto al “sacrificio” de uno de sus reactores para llevar a cabo pruebas destructivas de la vasija de presión del reactor con el fin de estudiar los daños.
Notas:
1 – La edad media de los reactores nucleares en el mundo es de 28,5 años.
2- Profesor Digby MacDonald, en entrevista con la emisora nacional belga: “Las consecuencias podrían ser muy graves … tales como la fractura de la vasija de presión. Accidente de pérdida de refrigerante. Esto sería una fuga antes de escenario de rotura. En este caso, antes de que ocurriera una fractura de una tubería … verías un chorro de vapor que sale a través del aislamiento. Mi consejo es que todos los operadores de reactores, bajo la orientación de las comisiones reguladoras deberían estar obligados a hacer un estudio de ultrasonido de los recipientes a presión. Todos ellos”.
Profesor Walter Bogaerts, declaró el 13 de febrero de 2015, que “si tuviera que hacer una estimación, lo que realmente si me sorprendería (…) es que no haya ocurrido en ningún otro lugar” y “me temo que los aspectos de la corrosión se han subestimado”, en declaraciones recogidas por la televisión belga.