No tengo el gusto de conocer al cantante catalán Albert Pla i Álvarez, ni de saber qué tipo de canción o cualidades canoras son las suyas cuando se sube a un escenario, pero por una vez coincido con los representantes del Partido Popular en el Ayuntamiento de Gijón, que es mi ciudad, para que que se rescinda el contrato firmado con el citado individuo, cuya intención era actuar en el teatro Jovellanos el 25 de octubre de 2013.
Pla ha dicho en una entrevista publicada en el diario La Nueva España lo que sigue:
«A mí siempre me ha dado asco ser español, como espero que a todo el mundo. Me gustaría que los catalanes fuéramos independientes y que en Gijón se estudiara el catalán por cojones, igual que nos pasa a nosotros ahora». Como el Teatro Jovellanos es una institución pública, sufragada por los impuestos de todos lo ciudadanos de aquella hermosa villa marinera, es de suponer que al asco que le produce al cantante catalán ser español se le una el asco de percibir su remuneración procedente de los españoles que colaboran en la programación de ese teatro. Por lo cual, me parece idónea la propuesta del Grupo Popular del Ayuntamiento gijonés para que la dirección del mencionado teatro suspenda la actuación de Pla i Álvarez, no vaya a sobreabundarle el asco.
No sería ese un procedimiento que atentase contra la libertad de expresión, sino contra la libertad de ofensa en un contencioso que no admite necedades nacionalistas de ese tipo por ninguna de las dos partes.
PS.- Según me acabo de informar, el tal Pla i Álvarez cantaba hasta ahora en castellano y catalán, por lo que debía darse asco a sí mismo cada vez que lo hacía en la lengua de Cernuda, Benedetti o García Lorca.
Félix, no puedo creer que a estas alturas de la vida no veas una provocación y te sumes al coro
Siempre fui de solista, Mercedes, por eso estoy al margen. Si se hubiera referido al gentilicio catalán, eso sí sería provocar.
Pues en esta ocasión, de solista nada. Con el coro, y de ovejitas rojigualdas. Ya se lo han dicho ciento y pico personas, con un poco más de conocimiento musical y social que usted (¡no tener ni idea de quién es Pla!), en su blog de Público. A partir de ahí, toda la soberbia de la que sea capaz, para no reconocer que ha resbalado…
Lamento haber conocido ahora mejor al susodicho.Me gustaría disculparme. Me ratifico. Ha sido él además el que me ha ofendido. Soy español y mi España no es rojigualda, sino tricolor. Como catalán me hubiera ofendido lo mismo si sintiera él asco de serlo. Pero esa es mucha provocación, porque la pela es la pela, Stirner.