Amnistía: gigante japonés de la cerveza ha financiado la masacre de los rohingyas

Una filial de la multinacional japonesa Kirin, productora de cerveza, hizo una donación a finales de 2017 al ejército y las autoridades Myanmar coincidiendo con la campaña de limpieza étnica contra la minoría rohinyá, denuncia Amnistía Internacional France (AI).

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13/NOV/2017. Quemaduras
Un joven se nos aproximó para enseñarnos sus quemaduras, presentes en una gran área del cuerpo y que ya habían cicatrizado. Aparentemente se trataba de quemaduras de origen eléctrico, pero como el traductor en ese momento no se hallaba con nosotros, no pudimos determinar cómo llegó a sufrirlas.

La Kirin Holdings Company, Inc. ha confirmado que, entre el 1 de septiembre y el 3 de octubre de 2017,  su filial Myanmar Brewery efectuó distintas donaciones por un valor total de 30 000 dólares estadounidenses a las autoridades de Myanmar. “Japón –dice AI en su comunicado- Tiene la responsabilidad de vigilar que sus empresas no contribuyan a violar los derechos humanos allí donde lleven a cabo sus actividades.  Debe, por tanto, investigar inmediatamente sobre estos datos”.

Según la multinacional Kirin, las donaciones iban destinadas a ayudar a las víctimas de la violencia. Sin embargo, según la información recogida por AI, la primera de ellas llevaba remite de Myanmar Brewery e iba dirigida al comandante en jefe de los ejército de Myanmar, el general Ming Aung Hlaing.

Posteriormente, Kirin confirmó otra donación, de 6000 dólares, dirigida al mismo general quien ha declarado que “el dinero recibido irá en parte a los miembros de las fuerzas de seguridad y al personal de los servicios del estado, desplazados al estado de Arakan, donde han arriesgado su vida en la defensa nacional”.

Precisamente la zona donde se ha estado exterminando a la minoría musulmana de los rohingyas. Lo que obliga a recordar que “ningún inversor internacional puede hacer donaciones al ejército de Myanmar en el momento en que sus fuerzas armadas proceden a una limpieza étnica de la población rohingya en el norte de Arakan. Reconocerlo equivale a dar la razón a quienes afirman que Myanmar Brewery apoya la actuación del ejército contra esa minoría”

«Disponemos –continúa el comunicado de AI- de elementos y pruebas que nos permiten asegurar que ese dinero ha ido a parar al ejército de Myanmar: la cervecera japonesa ha reconocido que su filial hizo tres donaciones coincidiendo con las reciente violencia que sacudió el estado de Arakan;  un oficial del ejército fue grabado en el momento de recibir una de las donaciones que, según él, iba destinada a ls fuerzas de seguridad; y, finalmente, Kirin reconoce ignorar cual ha sido el destino final de las cantidades donadas”.

Además, las donaciones se efectuaron justo en el momento en que los medios de comunicación de todo el mundo dedicaban sus primeras páginas y portadas a las informaciones sobre las atrocidades cometidas por las fuerzas de seguridad de Myanmar con mujeres, hombres y niños rohinyas que  huían a Bangladesh en cantidades estimadas por encima de las 690 000 personas, atrocidades que el 11 de septiembre de 2017 el Alto Comisario de Naciones Unidas para los Derechos Humanos calificó de “ejemplo clásico de limpieza étnica” , y los investigadores de AI  de “crímenes contra la humanidad”.

Las fuerzas de seguridad de Myanmar han utilizado incluso minas terrestres, prohibidas por el derecho internacional, a  lo largo de la frontera, lo que llevó al gobierno de Bangladesh a denunciar  a las autoridades de Myanmar

Ateniéndonos a los términos de los principios  que rigen la ONU relativos a las empresas y los derechos humanos, «Kirin tiene obligación de respetarlos, y vigilar para que sus actividades no den lugar ni contribuyan a que se produzcan violaciones de dichos derechos. Las empresas deben identificar y evaluar su impacto real sobre los derechos humanos en los lugares donde ejercen sus actividades”.

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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