El bailarín y coreógrafo Ángel Rojas ha presentado en Madrid la nueva temporada del Teatro Flamenco Madrid, con sede en el Teatro Alfil, y lo ha hecho como nuevo director artístico recién nombrado, con toda la ilusión que el nuevo cargo conlleva:
“El proyecto me enamoró desde el principio, llevo meses trabajando en una temporada que trae novedades, como el espectáculo Emociones, ciclos con grandes artistas y muchas sorpresas”.
Ángel RojasPara ello, Ángel Rojas ha tenido que dejar su anterior cargo como director del Festival de Flamenco Madrid, pero no su trabajo con Rojas y Rodríguez.
Teatro Flamenco Madrid, que desde su implantación en la capital hace un año comparte espacio y compagina horarios con las compañías teatrales que actúan en el Alfil, cumple un año como referente mundial al ser el único teatro off de Madrid y el primero en ofrecer una programación diaria de flamenco.
Ángel Rojas pone especial énfasis en Emociones, espectáculo del que tuvimos ocasión de saborear un extracto durante el acto de presentación. A cargo nada menos que de La Terremoto, Emociones seguirá siendo el espectáculo diario que se complementará con Lunes Flamencos o Domingos de vermut y potaje al más puro estilo andaluz y a precios populares. Esto último lo quieren subrayar muy bien los gestores del Teatro Flamenco Madrid. Tienen sus razones.
Y es que los empresarios que están detrás de este proyecto (los Hermanos Andrade con Javier Andrade a la cabeza quien, tras once años en el Museo del Baile Flamenco de Cristina Hoyos, en Sevilla, llegó a Madrid hace un año) tienen la apuesta clara de acercar el flamenco a todos los públicos ”desde los aficionados a los curiosos o entendidos que quieran disfrutar de espectáculos diseñados no sólo para turistas”. Y tambien: “los turistas tienen claro el valor artístico del Flamenco. Falta hacer consciente al público español del patrimonio que tenemos, para lo cual es básico crear nuevos públicos. Un público familiar.”
Fue emocionante oírles contar a los Hermanos Andrade, hijos de emigrantes en Alemania, cómo desde allí soñaban el flamenco de su Andalucía natal y de “toda España”, en una época en que las nuevas tecnologías aún no habían irrumpido en las vidas de la gente y sólo estaba la música que hasta allí llegaba, cantada muchas veces de viva voz.
Este Teatro Flamenco de Madrid (TFM) ha sido el cumplimiento de su sueño familiar, un sueño mucho tiempo postergado puesto que antes quiso cuajar en Málaga y no obtuvo licencia.Por fin lo han podido cumplir en Madrid.