La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo frente a situaciones que percibimos como amenazas. Es esa sensación de nerviosismo que sentimos antes de una entrevista de trabajo o cuando estamos a punto de hablar en público.
Es completamente normal y, en muchos casos, hasta útil, ya que nos mantiene alertas y preparados para actuar.
Sin embargo, aunque la ansiedad puede ser útil en pequeñas dosis, cuando esta sensación se presenta de forma intensa, constante y sin una causa clara, puede pasar de ser un mecanismo de defensa a un problema que afecta nuestra calidad de vida. Pero, ¿cómo podemos diferenciar la delgada línea que separa la ansiedad como emoción normal y adaptativa de la ansiedad como trastorno clínico?
Para dar respuesta a estas preguntas, hemos pedido asesoramiento al centro de psicología Cedipte, psicólogos en Barcelona expertos en tratamiento de la ansiedad con más de veinte años de experiencia.
Cuando la ansiedad se convierte en patología
La ansiedad puede tomar una dimensión mucho más seria cuando se convierte en un trastorno psicológico clínico. A diferencia de la ansiedad ocasional que todos experimentamos, un trastorno de ansiedad implica un nivel de preocupación y temor excesivo y duradero que interfiere con la vida cotidiana. Las personas que lo padecen no pueden controlar su ansiedad, y esta llega a afectar aspectos como el trabajo, las relaciones y hasta actividades tan simples como salir de casa o dormir.
Según explican estos especialistas en ansiedad de Barcelona, en estos casos, la ansiedad ya no es una emoción pasajera, sino un obstáculo que limita seriamente la vida de quien la sufre. Además, el trastorno de ansiedad no solo afecta a nivel mental, sino también físico, pues el cuerpo también reacciona al estado de alerta constante, lo que puede desembocar en problemas como la tensión muscular, la fatiga crónica o el insomnio.
Los síntomas principales del trastorno de ansiedad
Para entender si la ansiedad se ha convertido en un problema serio, es importante prestar atención a ciertos síntomas que suelen aparecer cuando estamos ante un trastorno de ansiedad.
Desde Cedipte nos explican que uno de los signos más comunes es la preocupación excesiva. La mente está atrapada en un ciclo constante de pensamientos negativos, anticipando posibles desgracias o dificultades que en la mayoría de las ocasiones nunca llegan a ocurrir.
Otro síntoma importante es la agitación. Cuando sentimos ansiedad, nuestro cuerpo reacciona como si estuviera frente a un peligro real, lo que provoca una serie de cambios físicos: el corazón late más rápido, la respiración se acelera y los músculos se tensan. Este estado de agitación puede ser agotador y muchas personas llegan a sentir que están perdiendo el control de su cuerpo.
A esto se suma la fatiga, que es otra señal de que la ansiedad está fuera de control. La constante preocupación y el estado de alerta hacen que el cuerpo y la mente se agoten, lo que provoca una fatiga intensa que no desaparece con el descanso.
Un cuarto síntoma es la dificultad para concentrarse. La mente está tan ocupada lidiando con pensamientos ansiosos que se vuelve difícil prestar atención a cualquier otra cosa. Esto puede afectar tanto el rendimiento en el trabajo como en las relaciones personales, pues la persona está constantemente distraída.
Finalmente, los trastornos del sueño son otro indicador clave. La ansiedad mantiene la mente activa durante la noche, lo que hace difícil conciliar el sueño o provoca despertares frecuentes. La falta de sueño, a su vez, agrava otros síntomas, creando un ciclo que parece no tener fin.
El tratamiento psicológico, la mejor herramienta para combatir la ansiedad
Afortunadamente, existe la posibilidad de hacer terapia ansiedad para manejarla cuando se convierte en un problema. Uno de los enfoques más eficaces es el tratamiento psicológico, especialmente la terapia cognitivo-conductual (TCC).
Esta forma de terapia se centra en identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos que alimentan la ansiedad. A través de ejercicios y técnicas prácticas, la TCC ayuda a la persona a reconocer sus miedos y a enfrentarlos de forma gradual, permitiéndole recuperar el control sobre su vida.
La terapia psicológica Barcelona que ofrecen los especialistas de Cedipte es un espacio seguro donde la persona puede expresar sus preocupaciones y trabajar en ellas sin sentirse juzgada. La terapia psicológica busca abordar la raíz del problema, enseñando al paciente herramientas que puede utilizar a lo largo de su vida. Además de la TCC, existen otras formas de terapia, como la terapia de exposición, que ayuda a desensibilizar a la persona frente a situaciones que le generan ansiedad.
Por supuesto, también hay que mencionar algunas herramientas complementarias a la terapia que ayudan a calmar la mente y el cuerpo y que se pueden implementar en el día a día. El mindfulness y la meditación permiten enfocar la atención en el momento presente, reduciendo los pensamientos ansiosos sobre el futuro.
Por su parte, hacer deporte libera endorfinas, que mejoran el ánimo y reducen el estrés, mientras que mantener hábitos saludables, como dormir bien y comer equilibradamente, fortalece el cuerpo y la mente, haciéndolos más resilientes frente a la ansiedad.
