Guinea Ecuatorial es un pequeño país del África subsahariana, limita con Gabón, Camerún y el Océano Atlántico, tiene una extensión de 28.051 km. Fue colonia de España desde 1776 y se independizó en 1968, en una transición sin violencia, adoptando el español como lengua oficial junto con el francés.
La literatura y el arte de Guinea Ecuatorial son poco conocidos en Latinoamérica. Sin embargo, ya existe una historia de la literatura guineanoecuatoriana y también un esfuerzo de España por apoyar las literaturas africanas en español.
Cuando en el Siglo XV, los navegantes portugueses y españoles llegaron a estas tierras dejaron crónicas y relatos de viaje, que serían el inicio de la literatura escrita en el país, porque debe considerarse la gran riqueza de la tradición oral de las etnias bantú, fang y otras que poblaban la región.
En el período colonial, el tema literario era el “África salvaje” y “la civilización europea”, a través de relatos enfocados desde la visión endocéntrica del blanco. Algunos autores, pertenecen a esa etapa, llamada “Literatura de consentimiento”.
Con la novela “Una lanza por el Boabi” de Daniel Jones Mathama, cuyo protagonista es un africano y donde se detalla la vida de la etnia bubi de la isla de Bioko, se puede hablar de un comienzo de literatura ecuatoguineana, o por lo menos con una visión autóctona.
Cuando se produce la Independencia de Guinea Ecuatorial en 1968, no se publicaron obras de importancia pero ya había una generación literaria: Constantino Ocháa, Angel Nguema, Marcelo Ndongo Mba, Francisco Obiang, entre otros.
Durante la dictadura de Macias Nguema, los escritores partieron al exilio, es la llamada Literatura del exilio, o Generación del silencio: Donato Ndongo Bidygo con su libro “El sueño y la travesía”, y “Dónde esta Guinea” de Juan Balboa Boneke (1972), marcan este período.
Con el derrocamiento de Nguema y el advenimiento del nuevo gobierno, la cultura se fue recuperando. Algunos especialistas consideran dos etapas, la Primera: de 1981 a 1984: con la presencia de Balboa Bonekeo, de Raquel Llonbe y su libro infantil “Leyendas guineanas”, y la de Donato Ndongo con la primer “Antología de la Literatura Guineana” (1984). La otra etapa comienza en 1984 hasta la actualidad.
En el 2000, se reestructura el antiguo Centro Cultural Hispano Guineano en el actual Centro Cultural de España de Malabo y Bata, y se intensifican las manifestaciones literarias, artísticas y culturales.
A esto se suma, la creación de la Academia Ecuatoguineana de la Lengua Española (AEGLE), en el 2013, que alienta la difusión del español y la literatura, con cursos, publicaciones, concursos y estudios especializados.
Conversamos con Antonio Eneme Asumu, graduado en Gestión Universitaria de la Universidad de Alcalá de Henares (España), licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Toulouse (Francia). Actualmente, profesor de Lengua y Literatura en la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial (UNGE), Académico de Número de la AEGLE y director general de Planificación y Desarrollo Educativo en el Ministerio de Educación. Ha publicado, entre otros títulos: “La sociedad argentina en el Martin Fierro”, “Omar Bongo de Libre ville-Gabón” y “El español de los guineanoecuatorianos en Gabón”.
Conversamos con el académico, en el marco del “Festival de Cine y Arte Argentino-Latino” que se desarrolla en la Universidad Nova de Florida (EE. UU.), donde se celebra un Tributo a la Academia Ecuatoguineana de la Lengua española, con el auspicio de la Academia Norteamericana de la Lengua Española.
Adriana Bianco: La lengua oficial de Guinea Ecuatorial es el español pero también se ha oficializado el francés, formando, el país, parte del Panhispanismo y la Francofonía.
Antonio Eneme Asumu: Hemos incorporado el francés por cuestiones comerciales para pertenecer a los mercados de la Francofonía, y por una cuestión de entorno geográfico. Históricamente, la lengua oficial siempre ha sido el español, incorporamos el francés como segunda lengua para agilizar los aspectos económicos y comerciales y porque nuestro país esta rodeado de países francófonos.
AB: Hay, a su vez, un convivio con las lenguas autóctonas.
AEA: Evidentemente, conviven el español y francés con las lenguas autóctonas. No hay incompatibilidad entre las lenguas. Conocer una segunda o tercera lengua es enriquecedor. Nosotros tenemos una facilidad lingüística porque cada ecuatoguineano habla, en general, dos lenguas. Es bilingüe. No olvidamos nuestra lengua materna, la hablamos en familia. Yo personalmente, siento que si no la hablo algo estoy perdiendo mi identidad y mi tradición. Como te digo, Adriana, no hay incompatibilidad entre el estudio del español y las lenguas africanas, por el contrario tratamos que se aprendan y se mantengan vivas, ésto nos enriquece.
AB: ¡Qué maravilla! Profesor, cuéntenos sobre el panorama de la literatura ecuatoguineana…
AEA: La literatura en Guinea Ecuatorial esta progresando paulatinamente. Nuestra tradición literaria ha sido siempre oral, la literatura escrita vino después. Lo primero fue nuestra tradición oral de la cual se mantuvieron muchos aspectos de nuestra cultura africana. La literatura escrita llega en la Colonia. Poco a poco, hemos ido adentrándonos en el mundo de la escritura y tenemos algunos autores clásicos y hay otros autores contemporáneos que están haciendo producciones en español.
AB: A quiénes se consideran entre los clásicos?
AEA: Bueno, esta Donato Ndongo-Bidyogo, la difunta Maria Nsué Angüe, quienes escriben en español. Entre los más modernos encontramos a Joaquín Mbomio, Justo Bolekia, Guillermina Mekuy, que fue estudiante del padre Fernando y mía. Hay unos cuantos escritores en las nuevas generaciones que están contribuyendo al engrandecimiento de la producción literaria.
AB: Hablemos un poco de la temática que estos autores abordan.
AEA: En un primer momento hubo una temática centrada en la Colonia. Luego, la literatura ecuatoguineana conoció la época de la Generación del Silencio o Generación del Exilio, cuando muchos intelectuales se fueron del país por razones políticas. Con la actual república, hubo un auge literario porque muchos escritores retornaron y empezaron a escribir sobre la vuelta al país y el exilio.
Los escritores actuales no toman ya el tema colonial. Se enfocan en la realidad actual de Guinea Ecuatorial. Algunos toman las tradiciones, para condenarlas o para alabarlas y defenderlas.
AB: Comentó un libro de tradiciones que habla de la poligamia, una antigua tradición ecuatoguineana.
AEA: Efectivamente. Dentro del marco de la interculturalidad Afro-Bantú es de señalar el fenómeno de la poligamia, que abarca igualmente el espacio hispano de Guinea Ecuatorial como el espacio de los países francófonos limítrofes.
Donato Ndongo en su libro “Por las tinieblas de tu memoria negra”, aborda el tema de la poligamia para mostrar al mundo hispanohablante que nuestra cultura ecuatoguineana tiene tradiciones que son valoradas por nosotros. Esas tradiciones son parte ancestral de nuestra cultura afro-bantú.
AB: Claro, los extranjeros no comprenden que las tradiciones tiene una razón de ser dentro de la cultura afro-bantú, corresponden a necesidades de una cultura agraria-rural, donde se necesitan los hijos, la mano de obra para trabajar la tierra.
AEA: Exacto. La riqueza del hombre bantú estaba en el número de hijos que tenía para contribuir a la economía familiar. Se alababa la numerosidad familiar y el tener más de una mujer. La poligamia era algo natural y de la identidad afro-bantú.
No solo en Guinea Ecuatorial existe la poligamia, los países fronterizos: Gabón, Camerún, Mali, Senegal, al ser musulmanes tienen esa tradición de la poligamia. Aquí está la diferencia, porque la religión católica condena la poligamia y Guinea Ecuatorial es 90 % católico, en cambio, la religión musulmana la aprueba y la oficializa.
AB: Es un tema antropológico y sociológico fascinante. Quisiera saber si es posible para un escritor joven publicar sus libros. ¿Hay mercado para la literatura?
AEA: Lamentablemente no tenemos mercado editorial. Hay un retruécano de Fernando Lázaro Carretel que dice: “No se escribe porque no se lee o no se lee porque no se escribe”. Esto ocurre en Guinea. Lo cierto es que la publicación en el país es incipiente. Los que publican, lo hacen en el extranjero, especialmente en España.
AB: La Academia esta haciendo una gran labor…
AEA: La Academia Ecuatoguinenana de la lengua española esta haciendo esfuerzos para que haya publicaciones en el país. Organizamos el Certamen literario Miguel de Cervantes, y estamos descubriendo talentos. Hay diferentes trabajos y diferentes temas. El doctor Joaquin Mbana, escribió mucho sobre “la brujeria” para mostrar que esas formas rituales forman parte de la tradición bantú. Nosotros los guineanos creemos en este concepto de lo visible e invisible, del misterio de la vida y la muerte, es parte de nuestra cultura.
AB: Pienso en Cuba, en la Santería, en Brasil con la macumba, en el día de los muertos de México, yo vi los rituales en la isla Janitzio. También recuerdo cuando hablé con Rigoberta Menchú sobre “el nahualt”, “el espíritu”, el mundo espiritual que se revela y que acompaña a los seres….
AEA: Nosotros convivimos con esa tradición porque pensamos que nuestros antepasados no eran tontos cuando nos inculcaron esa cultura. Los iniciados tiene conocimientos más profundos y cuentan maravillas, pero los no iniciados también tiene razones para creer. Yo no estoy iniciado pero hay algo sobre el fenómeno de los espíritus que tiene incidencia en nuestro quehacer cotidiano. Son experiencias misteriosas, que nos llevan a la reflexión, nuestra cultura afro tiene muchos aspectos aún para investigar en el marco de la interrelación cultural entre pueblos.
Como ve, Adriana, la cultura ecuatoguineana es muy rica, tiene varias vertientes: lo afro-bantú, lo español y los movimientos de la globalización actual. Nuestra literatura refleja esos aspectos y deseamos hacerla conocer en otros países.