Luis de Luis[1]
Un museo por la noche – solo, oscuro – adquiere vida propia – ya no recorren sus salas visitantes, turistas, curioso o impertinentes – pasa a ser propiedad de sus habitantes, de quienes se refugian en la soledad del mármol y sus cuadros huérfanos de miradas se convierten – más que nunca – en espejos que cuentan, desvelan y descubren.
Este es el punto de partida de “Los días titánicos” la obra de Antonio Rincón–Cano que ha recibido el primer premio del XXIII Certamen de Letras Hispánicas Rafael de Cózar y que acaba de publicar la Editorial Renacimiento en su colección Espuela de Plata (serie Teatro Moderno).
Poniéndose a prueba, tentándose, mirándose de frente y de reojo como danzantes en un escenario, como púgiles en un ring, como cisnes en un estanque Rincón – Cano dispone a tres poderosos personajes a la búsqueda de su identidad y de su certeza.
Jacobo, un hombre de mediana edad presa de obsesiones y pulsiones; Victoria, una adolescente cautiva de anhelo y frustración y Olvido, una mujer de cincuenta años, encadenada en la nostalgia y el recuerdo serán quienes recorran las salas del museo, a veces jaula, a veces refugio, siempre escondite intentado encontrar su identidad, intentando ponerse a salvo.
Ese excelente gestor cultural que es Antonio Rincón–Cano ha trazado, con precisión de comediógrafo y altura de creador, un sabio y conmovedor recorrido por la memoria y el presente, por los significados del arte como reflejo sincero, válido y cruel de la realidad, por el perdón, la aceptación y las paces que hacen tres personas con quienes una vez fueron, con quienes alguna vez querrían ser; mientras, entre el deslumbramiento y la ensoñación, luchan por si mismos todos y cada uno de los minutos desus días, de sus días titánicos.
- Luis de Luis es crítico teatral