Es importante que tu coche se detenga con seguridad cuando quieras, y en pocas palabras, un sistema de frenos que funcione puede marcar la diferencia entre un accidente leve o uno con consecuencias muy graves. Además de la protección, un sistema de frenos que funcione correctamente asegura una conducción relajada y tiene un impacto beneficioso en el manejo del vehículo.
La parte más importante del sistema son las pastillas de freno: cada vez que se frena, se desgastan un poco hasta que ya no pueden proporcionar suficiente fricción. Por eso es imprescindible cambiar las pastillas de freno a tiempo.
¿Cómo sé si las pastillas de freno están desgastadas?
Muchos coches nuevos están equipados con sensores de desgaste de los frenos, pero una inspección visual básica suele ser adecuada para verificar si las pastillas de freno deben ser reemplazadas. Los signos más populares que indican cuándo hay que cambiar las pastillas de freno son los siguientes:
- Generalmente hay líneas de advertencia que ayudan a evaluar el máximo desgaste. Alrededor de medio centímetro de la almohadilla permanece después de hacer una inspección visual.
- Tiene una luz de advertencia en el tablero de mandos.
- Chirridos metálicos constantes durante la conducción normal. Esto puede significar que las pastillas están desgastadas o que las superficies de los rotores están deformadas, especialmente si se desplazan durante el frenado.
¿Por qué necesitas cambiar tus propias pastillas de freno?
Te sorprenderá saber que puedes ajustar las pastillas de freno de disco de tu coche de forma rápida, cómoda y sin necesidad de equipos especiales. Si lo haces tú mismo, también ahorrarás mucho dinero.
Casi todos los coches tienen ahora frenos de disco delanteros. Los frenos delanteros suelen desgastarse más rápido que los traseros, por lo que deben reemplazarse con mayor frecuencia. Debes cambiar las pastillas de freno si se vuelven demasiado pequeñas, especialmente si empiezan a hacer un chirrido metálico repetitivo o un chillido cuando pisas el pedal de freno. Pero el ruido por sí solo no siempre es el mejor predictor, por lo que la mejor manera de predecir cuándo ocurre esto es comprobar el grosor de las pastillas de freno periódicamente.
Pasos para cambiar las pastillas de freno
Aprende cómo cambiar las pastillas de freno con los siguientes pasos:
Quita los neumáticos de tu coche
Necesitas desmontar los neumáticos para llegar a las pastillas de freno. Si alguna vez has arreglado un neumático pinchado, deberías estar familiarizado con la primera parte del proceso. En segundo lugar, quita las tuercas en las que cambias las pastillas de freno con tu cambiador de neumáticos (normalmente puedes hacerlo en parejas, ya sea los neumáticos delanteros o los traseros). Antes de levantar el vehículo, debes soltar las tuercas de las ruedas, o las ruedas girarán en el aire.
Cortar el calibrador y las pastillas de freno viejas
En esta etapa se puede ver el conjunto del rotor y la pinza. La pinza de freno funciona como una abrazadera que empuja las pastillas de freno hacia los rotores y frena las ruedas para evitar que te hundas en las paredes. Utiliza una llave de tuercas para separar los tornillos de la parte posterior de la pinza.
Empuja la pinza de freno fuera del rotor. Asegúrate de que el conjunto sigue unido a la línea de freno. No mantengas la pinza en el conducto de freno. Coloca cuidadosamente la pinza de freno en el rotor o utiliza una tira de cable para colgarla en el alojamiento de la rueda. Asegúrate de que esté bien sujeta y no se deslice hacia abajo hasta que comience a hacerlo. Si la pinza de freno se rompe, el conducto del freno podría desgarrarse, lo que haría que las reparaciones fueran aún más costosas.
Retirada de las pastillas de freno
Ahora que las viejas pastillas de freno han sido reemplazadas, deberías poner las nuevas. Aplica primero la grasa de los frenos en la parte trasera de las pastillas. Al aplicar los frenos, el pistón de la pinza de freno se introduce en la parte posterior de las pastillas de freno, lo que puede provocar irritantes chirridos. Esta grasa para frenos tiende a reducir el ruido. Comprueba que no haya aceite en la parte delantera de las pastillas de freno o en los discos. Los frenos dependen de la fricción entre las pastillas y los discos para reducir la velocidad del coche.
Reemplazar la pinza de freno
En cuanto se instalen las nuevas pastillas de freno, debes reemplazar la pinza de freno antigua. Verás que tus pastillas de freno ya no se adaptan al conjunto. La explicación de esto es que el pistón dentro de la pinza se adapta al diámetro más estrecho de las pastillas de freno cuando se desgastan. Tendrás que usar tu kit de frenos para parchear esto.
Reparar y empaquetar los neumáticos
Antes de cambiar el neumático, asegúrate de que esté bien ajustado y asegurado. Cuando termines, vuelve a colocar el neumático en el rotor y sujeta los tacos para asegurar el neumático en su lugar.
Coloca el gato debajo del coche y saca poco a poco a este de los soportes del gato. Retira los soportes del gato en la parte inferior del coche y déjalo caer suavemente al pavimento.