Las manifestaciones multitudinarias de los jóvenes argelinos contra la presentación de la candidatura de Abdelaziz Bouteflika, en el poder desde 1999, a un quinto mandato por su estado de salud que lleva arrastrando desde 2013 y que ya le valió críticas en las elecciones anteriores y ha sumido al país magrebí en un impase político, ha obligado a las autoridades a reaccionar.
El jefe de campaña y hombre de confianza de Bouteflika, Abdelghani Zaalane, ha leído una carta que habría querido el presidente en funciones hacer llegar al pueblo argelino el domingo pasado, con ocasión de la presentación oficial de su candidatura al Consejo Constitucional, paso dado tras las multitudinarias manifestaciones del viernes. En la misiva asegura haber escuchado la voz del pueblo, saluda la civilidad de las protestas y promete no agotar la legislatura.
En la carta, Bouteflika se muestra preocupado por el país y promete trabajar por una mesa de diálogo político que no excluirá a nadie, una mesa que trabajaría de forma independiente para elaborar y acometer las reformas políticas, institucionales, económicas y sociales necesarias para después celebrar elecciones anticipadas constituyentes de un nuevo Estado argelino en armonía con las aspiraciones del pueblo.
Como era de esperar, la carta leída por el director de la campaña de Bouteflika que muchos ponen en duda por el deteriorado estado de salud del rais, no tuvo el efecto esperado y no calmó los ánimos. Las protestas siguen y la huelga estudiantil ha sido un gran éxito. Un éxito que ha obligado al poderoso ejército argelino a pronunciarse hoy, 5 de marzo de 2019, en términos propios de un régimen militar.
El ejército avisa
En respuesta a las protestas populares y estudiantiles contra la candidatura de Abdelaziz Bouteflika, el canal de televisión argelino Ennahar ha emitido unas declaraciones del Jefe de Estado Mayor del ejército, el general Gaid Saleh, en las que asegura que “el ejército mantendrá el control para imponer la apreciada seguridad… hay quienes quieren que Argelia vuelva a los años de dolor y fuego”. Saleh agrega amenazante: “el ejército garantizará la seguridad y no permitirá que el país retorne a la época del derramamiento de sangre… el pueblo que ha derrotado al terrorismo tiene que saber cómo tratar con la situación que pasa su país”.
Las declaraciones de la máxima autoridad militar tenían lugar al mismo tiempo que las manifestaciones llenaban las plazas de la capital Argel, en especial las concentraciones estudiantiles en la universidad central que posteriormente se dirigió hacia el edificio de correos no lejos de la sede del Gobierno y del Parlamento. Asimismo, las manifestaciones recorrieron otras ciudades del país como Skikda, Orán, Bujía, Boumerdés, Medea y Bordj Bou Arréridj.
La oposición se mueve
Mientras tanto, los partidos políticos, fuerzas sociales y personalidades opositores a un quinto mandato de Bouteflika se reunieron en la sede del Frente de la Justicia y el Desarrollo para coordinar sus estrategias y unir sus fuerzas “para proteger a Argelia”.
En un comunicado, la oposición al quinto mandato de Bouteflika ha advertido de los peligros que puede provocar la imposición del candidato oficial a la voluntad del pueblo, haciendo recaer la responsabilidad de las consecuencias sobre las autoridades actuales. Asimismo, ha rechazado “la supuesta carta» del candidato presidencial por no ser más que “maniobras para abortar la movilización popular, una vía para torear sus objetivos y sacrificios y un intento de extender la vida del régimen”, según el comunicado.
La oposición hace un llamamiento a no presentarse a las elecciones y dejar sólo al candidato del régimen para provocar la activación del artículo 102 de la Constitución argelina que contempla la posibilidad de destitución del jefe de Estado por enfermedad e incapacidad de ejercicio de sus labores.