En el fútbol europeo se está produciendo una oleada de antisemitismo según se ha podido comprobar en los últimos días, con claros ejemplos en Italia con la Lazio de Roma y en Holanda con el Feyenoord de Rotterdam. Ambos jugaban el domingo, el primero ante el Cagliari, el segundo ante su eterno rival, el Ajax de Ámsterdam y ultras neonazis de esas aficiones aparecieron para actuar con gritos y ofensas contra la religión judía.
Muchos expertos coinciden en que se han permitido mucho tiempo en los estadios las canciones y expresiones de odio, como señala el investigador Manfred Gerstenfeld, que ha escrito sobre este tema: «Debe haber tolerancia cero para los cantos antijudíos en los estadios».
El pasado domingo 22 de octubre de 2017 los hinchas de la Lazio denominados ‘Los irreductibles’ (Irriducibili) exhibieron carteles con la imagen de la niña judía Anna Frank con la camiseta de la Roma, ya que fueron ubicados en la curva sur –donde se colocan los hinchas de la Roma ya que ambos clubes comparten estadio- porque la norte donde se instalan normalmente estaba cerrada por sanción, precisamente por gritos racistas, tras un encuentro con el Saussolo. Por cierto, la Lazio ganó 3-0.
Lo ocurrido ha motivado que la próxima jornada en todos los partidos de Primera, Segunda y Tercera División italiana se lean fragmentos del diario de Anna Frank además de repartirse copias de ‘Si esto es un hombre’ de Primo Levi, sobreviviente del Holocausto.
Además, el propio presidente del Lazio, Claudio Lotito, entregó un ramo de flores como desagravio en la sinagoga de la comunidad judía de Roma, comprometiéndose a llevar anualmente a 200 seguidores de su equipo al campo de exterminio de Auschwitz. Desgraciadamente unos vándalos arrojaron la corona de flores al río Tiber.
Y es que, por desgracia, en la Lazio llueve sobre mojado ya que en 1998 desplegaron una pancarta con el lema ‘Auschwitz vuestra patria, el horno vuestra casa’ y además su jugador Paolo di Canio hizo el saludo fascista a la grada tras marcar un gol, además de elogiar públicamente a Benito Mussolini que era seguidor del club.
Por otro lado, antes del Klassieker, Feyenoord-Ajax jugado también el domingo 22 (ganado por los de Ámsterdam con un contundente 1-4), se usó en las redes sociales la imagen de dos niños judíos lituanos, asesinados en campos de concentración, Avram y Emanuel Rosenthal, bajo el lema ‘Cuando Amsterdam tenía solo una estrella’, haciendo alusión a la estrella de David que portaban durante el Holocausto usada bajo el seudónimo feyenoordnews010.
El presidente de las asociaciones judías de Holanda, Ron var de Wieken, lo calificó de «repugnante» mientras que la directiva del Feyenoord ha recordado que colaboran con la Fundación Anna Frank.
Hay que recordar que en Holanda los nazis y sus colaboradores asesinaron al 75 por ciento de la población judía, un total de 140 000 personas, la tasa de mortalidad más alta de la Europa ocupada.
El Ajax contaba desde los años 30 del pasado siglo con una importante población de religión judía que les seguía por estar ubicado en su barrio, el este de Ámsterdam, por lo que sus seguidores son conocidos como ‘los judíos’. En estadios rivales han sido recibidos con cánticos como ‘Hamás, Hamás, los judíos a la cámara de gas’ e incluso una pancarta que decía ‘Adolf, aquí hay otros 11 para ti’. Recientemente en Utrecht los recibieron al grito de ‘los judíos irán al matadero’.
El Ajax ha tenido jugadores judíos como Eddie Hamel asesinado en Auschwitz y otros como Johnny Roeg y Daniel de Ridder, también se hizo un documental ‘Super judíos’ realizado en 2012 y anteriormente se publicó un libro titulado ‘Ajax el equipo del guetto’ de Simón Kuper. Curiosamente el Ajax ha prohibido a sus aficionados lucir banderas de Israel ni las del equipo del Maccabi Tel Aviv.
Los insultos antisemitas han sido algo habitual, por desgracia, también hacia el Tottenham Hotspurs inglés con gritos y expresiones antisemitas, cuestión que se ha producido también cuando jugaban partidos en Europa, en especial en los países del Este. El equipo británico, cuyos partidarios son conocidos como ‘yids’ (judíos en idish) y que ha tenido tres presidentes de la citada religión, tiene su sede en el norte de Londres, donde residen la mayoría de los 250 000 judíos de la ciudad.