“Garantice la continuidad presupuestaria del servicio público audiovisual de Austria (Österreichische Rundfunk, ORF)”. Eso es lo que le ha pedido la Federación Europea de Periodistas (rama europea de la FIP) a Gernot Blümel, ministro austriaco para la Unión Europea, el Arte, los Medios y la Cultura.
Esa demanda ha surgido en la Asamblea Anual de la Federación Europea de Periodistas (FEP o EFJ, según sus siglas en inglés). La FEP es la organización europea de la Federación Internacional de Periodistas ha expresado “su profunda inquietud por los planes y medidas” que plantea el nuevo gobierno de Austria para reformar la ORF.
Esa reforma implicaría la reducción de la representación sindical en el Consejo de la ORF, la disminución de sus derechos y la dependencia directa del sistema audiovisual público del Ministerio de Finanzas. En los últimos años, el presupuesto de la ORF ya ha bajado un 20 por ciento aproximadamente.
“Ya hemos visto cómo se ha puesto en práctica en países europeos como Hungría o Polonia una cierta política similar. Y ahora contemplamos ataques similares en Escandinavia, especialmente en Dinamarca”, han declarado en Lisboa los representantes del sindicato GPA-DJP (Gewerkschaft der Privatangestellten, Druck, Journalismus, Papier), afiliado de la FIP y de la FEP.
En una carta firmada por el presidente de la FEP, Mogens Blicher Bjerragård, que fue votada en forma de moción urgente por todos los asistentes a la Asamblea Anual de la FEP que acaba de terminar en Lisboa, se recuerda que la bajada de ingresos publicitarios requiere el incremento de ingresos directos o el pago un canon que se renueve anualmente según la inflación.
La FEP se opone a las medidas restrictivas que estudia el gobierno austriaco y considera “urgente atajar toda intimidación al personal, lo que incluye las amenazas físicas que sufren periodistas de la ORF y de otros medios” por parte de dirigentes del Freiheitliche Partei Österreichs (FPÖ), un partido de extrema derecha que ha reforzado su representación en el parlamento de Austria (es el tercer grupo parlamentario) y que es actualmente socio del gobierno conservador que dirige el canciller Sebastian Kurz.
En el encuentro de Lisboa, se informó de campañas de descrédito contra periodistas concretos y de cómo se denigra a quienes tratan de informar de todas las implicaciones de las políticas reaccionarias del primer ministro húngaro, Viktor Orban. La FEP estima que esas amenazas son “absolutamente intolerables”.