Avaaz, la organización civil global fundada en enero de 2007 que promueve el activismo ciudadano en asuntos como el cambio climático, derechos humanos, corrupción, pobreza, derechos de los animales, paz y conflicto, ha lanzado una iniciativa para denunciar que el presidente de los EE. UU, Donald Trump, es una marioneta del presidente ruso, Vladimir Putin, debido a la financiación de sus negocios.
Explican Ricken, Emma, Rewan, Joseph, Morgan, Spyro, Flora y todo el equipo que lidera Avaaz, que los negocios de Trump quebraron tantas veces en los años 90 que muchos bancos sólidos ya no le prestaban dinero, y recurrió entonces a oligarcas rusos vinculados a la camarilla de Putin en el poder para financiar sus proyectos y al tiempo blanquear su dinero por ellos, hasta el punto de que «esta era y sigue siendo una gran parte de su negocio: blanquear dinero para los rusos», señalan.
«No dependemos de los bancos americanos. Obtenemos toda la financiación que necesitamos de Rusia», dijo
Eric Trump en 2014, recuerdan en Avaaz para argumentar que no están especulando o exagerando: «Existen montañas de pruebas. El que fue jefe de la campaña electoral de Trump, Paul Manafort, tiene vínculos muy fuertes con la oligarquía rusa, y actualmente está en prisión esperando su juicio, entre otros cargos, por lavado de dinero».
Avaaz aporta cinco «datos principales» sobre la «larga complicidad de Trump con el crimen organizado ruso».
- El principal respaldo financiero de Trump en la construcción de la Torre Trump de Toronto era un multimillonario ruso-canadiense que consiguió su fortuna vendiendo una enorme fundidora de acero en Ucrania por casi mil millones de dólares. Cien millones de dólares de ese dinero se usaron para pagar a un intermediario respaldado por el Kremlin, probablemente por sobornos a cargos rusos de muy alto rango, y el presidente del banco que financió el trato era Vladimir Putin.
- Trump compró su residencia en Palm Beach, Florida, por 41 millones de dólares. Unos años más tarde, sin un incremento real en el mercado inmobiliario, la vendió por 95 millones, y la casa más cara de EE. UU. en ese momento la compró un importante oligarca ruso, lo que supuso en la práctica ‘darle’ 54 millones de dólares a Trump, una práctica clásica de blanqueo de dinero.
- Los negocios inmobiliarios de Trump a menudo se sustentaban con dinero ruso, que normalmente pasaba por empresas fantasma. Estas misteriosas compañías compraron en efectivo el 77 % de los apartamentos de Trump en el Soho. Por lo menos trece personas con vínculos con oligarcas o gángsters rusos vivieron en propiedades de Trump, incluido uno de los principales gángsters de Rusia. Otro incluso llegó a organizar un círculo ilegal de apuestas de alto riesgo en el apartamento de debajo del de Trump. «Los rusos constituyen una muestra bastante desproporcionada de muchos de nuestros activos», reconocía Donald Trump Jr., en 2008.
- El broker financiero y «asesor principal» de Trump durante varios años fue un delincuente convicto ruso llamado Felix Sater, ampliamente conocido como una figura de la mafia que una vez apuñaló a alguien en la cara con un vaso de margarita roto, requiriendo más de cien puntos de sutura. Sater ayudó a establecer compañías fantasma y organizó recaudación de fondos para los proyectos de Trump, incluido el de la Torre Trump de Moscú. También forma parte del círculo interno de Putin.
Este es un correo electrónico que escribió al abogado de Trump, Michael Cohen, en noviembre de 2015: «Michael, lo he arreglado todo para que Ivanka se siente en la silla del escritorio y oficina privados de Putin en el Kremlin. Pondré a Putin al corriente de este programa y conseguiremos que Donald sea elegido. Ambos sabemos que nadie más sabe cómo llevar esto a cabo sin que la estupidez o la codicia se interpongan en el camino. Sé cómo hacerlo y lo lograremos. Amigo, nuestro muchacho puede convertirse en presidente de los EE UU y podemos organizarlo. Conseguiré que todo el equipo de Putin apoye esto – lo haré». Publicado por New York Times, 27 de agosto de 2017 - Otro de los principales negocios de Trump son los casinos – medios clásicos de blanqueo de dinero. Uno de sus casinos vulneró cien veces las leyes federales de protección contra el blanqueo de dinero, y pagó la multa más elevada de la historia a un casino por “violar de manera voluntaria” las normas contra el lavado de dinero. Trump tiene la obligación legal de hacer «auditorías» a todos sus negocios para evitar el blanqueo. El comentario de su director ejecutivo sobre este tema fue: “Donald no hace auditorías”.
Contexto
Avaaz recuerda en su campaña sobre Donald Trump que Putin es un antiguo oficial de la KGB que está acusado de usar armas químicas, asesinar a disidentes en diferentes países, invadir Ucrania, ocupar Crimea, derribar el avión de pasajeros MH17 con casi 300 personas a bordo, ayudar al régimen asesino de Siria, condonar el apaleamiento y tortura de personas gays, robar millones de dólares a su propio pueblo, interferir en elecciones extranjeras y lanzar lo que la OTAN califica como la mayor campaña militar híbrida de la historia para socavar las democracias liberales occidentales.
Aún así, cuando le preguntaron a Trump en una rueda de prensa si tenía alguna crítica que hacerle a Putin, no tenía ninguna, y ridiculizó las iniciativas legales estadounidenses para investigar los ataques rusos a la democracia de EE UU.
Avaaz sostiene que aunque hasta ahora es solo «probable» que Trump sea un activo de la inteligencia rusa, y solo «probable» que haya estado confabulado con Putin para sabotear las elecciones de EE. UU. sí «está claro que es un corrupto que ha lavado dinero ruso del bolsillo de un dictador exmiembro de la KGB. El mundo entero necesita saber esto y, juntos, prevenir los daños con los que nos amenaza esta alianza corrupta».
Avaaz aporta en esta campaña fuentes creíbles, fiables y verificadas sobre sus acusaciones, y recuerda que no son «una de esas absurdas publicaciones que se dedica a soltar mentiras para sacar provecho – somos una organización sin ánimo de lucro y cada vez que cometemos un error, publicamos la corrección en nuestra página de “Comprometidos con la Veracidad”, enlazada desde la portada de nuestra web».
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