La alta comisionada de las Naciones Unidas pata los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, considera que la condena del policía Derek Chauvin, quien mató al ciudadano norteamericano afrodescendiente George Floyd en 2020 tras ahogarlo al colocar la rodilla en su cuello durante más de nueve minutos, «es un veredicto transcendental».
La encargada de la ONU de velar por los derechos humanos afirma que las reformas de los departamentos policiales en el país norteamericano continúan siendo insuficientes para evitar que las personas de ascendencia africana sean asesinada: «Es hora de pasar de hablar de reforma, y repensar verdaderamente la actividad policial como se practica actualmente en los Estados Unidos», afirma.
Para Michelle Bachelet, la decisión del jurado también es «un testimonio del coraje y la perseverancia de la familia de George Floyd y de muchos otros al pedir justicia. Como reconoció el jurado, la evidencia en este caso fue muy clara. Cualquier otro resultado habría sido una parodia de la justicia».
Sin embargo, señaló que, para otras innumerables víctimas de ascendencia africana y sus familias, en los Estados Unidos y en todo el mundo, la lucha por la justicia continuará hasta el fin de la impunidad por delitos y violaciones de derechos humanos cometidos por agentes del orden.
Revertir la marea de racismo
«Este caso también ha ayudado a revelar, quizás más claramente que nunca, cuánto queda por hacer para revertir la marea de racismo sistémico que impregna las vidas de las personas de ascendencia africana. Necesitamos pasar a enfoques de todo el gobierno y de toda la sociedad que desmantelen el racismo sistémico», explicó Bachelet.
Tras reconocer que los Estados Unidos están dando pasos importantes con ese fin, indicó que tales esfuerzos deben acelerarse y expandirse, y no deben diluirse cuando la atención de la opinión pública se traslade a otra parte.
«Ahora es también el momento de examinar críticamente el contexto en el que tuvo lugar el asesinato de George Floyd revisando el pasado y examinando sus rastros tóxicos en la sociedad actual», añadió.
Para Bachelet, el rediseño de nuestro futuro solo puede hacerse a través de la participación plena e igualitaria de las personas de ascendencia africana y de formas que transformen sus interacciones con las fuerzas del orden y, en términos más generales, en todos los aspectos de sus vidas.
«El legado arraigado de políticas y sistemas discriminatorios, incluidos los legados de la esclavitud y el comercio transatlántico y el impacto del colonialismo, debe ser desarraigado de manera decisiva para lograr la justicia y la igualdad raciales», dijo la Alta Comisionada.
De lo contrario, advirtió que el veredicto de este caso «será solo un momento pasajero en el que las estrellas se alinearon por la justicia, en lugar de un verdadero punto de inflexión».
No debería calificarse de trascendental sino que debería ser una costumbre en todos los ordenamientos jurídicos del mundo condenar en forma sumarísima a quien ose privar de la vida al prójimo, sea la policía, políticos,organismos y personas privadas.