Crónica de la revolución sexual y social de los años 1960, “64 minutos con Rebecka”, un guión inédito del cineasta sueco Ingmar Bergman, debería convertirse en película y llegar a las pantallas grandes en 2018, coincidiendo con el centenario del nacimiento de uno de los grandes del cine mundial, según la información que el 20 de noviembre de 2016 ha publicado Culturebox, suplemento cultural diario del canal France 24.
Para el director de la Fundación Ingmar Bergman, Jan Holmberg, “encontrar un manuscrito inédito y acabado de Ingmar Bergman equivale a encontrar un manuscrito de Hemingway, por no decir de Shakespeare”.
Adaptado para la radio, el guión debería hacerlo realidad Suzanne Osten, directora de 72 años, figura del movimiento feminista sueco de vanguardia de los años 1970 y, en cierta manera, enemiga de Bergman, de quien denunciaba que “se había apoderado del cine sueco”. Osten ha manifestado a la Agencia France Presse que, de seguir vivo Bergman, al que consideraba “un viejo conservador”, nunca se habría encargado de hacer la película.
Según quienes han tenido la oportunidad de verlo, el manuscrito de “64 minutos con Rebecka” adelanta muchas de las ideas que pudimos ver en películas como “Escenas de la vida conyugal” y “Sonata de otoño”. Está escrito en 1969, cuando Bergman tenía 51 años, en un cuaderno gris y totalmente preparado para iniciar el rodaje. Apareció casi por azar entre otros papeles, miles de borradores, fotografías, dibujos y cartas, al ordenar los archivos que el maestro de la escena y la pantalla legó en 2002 a la Fundación que lleva su nombre.
Ingmar Bergman, director de teatro –durante años director del Teatro Nacional sueco-, escritor, guionista y realizador, siempre preocupado por los problemas de la pareja, la muerte y la soledad (lo que Antonioni fue a la comunicación Bergman lo fue a la soledad), tres constantes que también se encuentran en el guión inédito de “Rebecka”, una joven introvertida, profesora en una institución para sordomudos, que busca la emancipación sexual, conyugal y política. Embarazada acude a un club nocturno de intercambio de parejas, después confiesa el adulterio a su marido y, aunque éste la perdona, finalmente le deja. Para Holmberg “es la obra de un maestro en su madurez plena, en ella hay alienación, convenciones morales, pecado, odio filial, deseo, locura…”.
La historia de Rebecka tenía que formar parte de un tríptico firmado por Bergman, el italiano Federico Fellini y el japonés Akira Kurosawa. Se trataba de un proyecto que contaba con la financiación de un estudio de Hollywood, y que finalmente no llegó a realizarse; según el director de la Fundación, de hacerse entonces “nunca se hubiera exhibido en Estados Unidos” por las escenas de sexualidad violenta y homosexualidad que incluía.
Ingmar Bergman, leyenda cinematográfica con más de 40 películas realizadas, murió a los 89 años el 30 de julio de 2007. Su película “El silencio” fue la primera después de la Segunda Guerra mundial que mostraba escenas de sexo explícito; escenas que en muchos países cortaron los exhibidores. Entre sus primeras películas, “El séptimo sello” y “El manantial de la doncella” abrieron el camino a la irrupción de muchos otros cineastas “diferentes” en la cinematografía europea.