Gooool, de Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco, en su primer viaje internacional, Jornada Mundial de la Juventud en Brasil 2013, donde el fútbol es otra religión.
La iglesia católica aún mueve masas, no genera dinero sino gastos, pero sus fieles están ahí, receptivos y alegres. Besó niños pobres como nadie lo había hecho, renunció al papamóvil, tomó mate espontáneamente ofrecido por el público, lloró abrazado de la Virgen Aparecida, no besó la tierra como sus antecesores, habló metafóricamente en términos futbolísticos, a pesar de las protestas de los brasileños por la corrupción política que campea en el país, le fue muy bien.
Desde que subió al trono de Roma, renunció a los zapatos marca Prada, a la silla pontificia recamada en oro, ornamentos suntuosos, y sobre todo a la distancia papal entre el peregrino de a pie y su dignidad. Es ante todo un político, jefe de estado de El Vaticano, el país más pequeño del mundo.
Los cristianos protestantes lo ven como un demonio, pues vende más que ellos, quienes se creen más cristianos que Cristo, el cual jamás perteneció a ninguna secta. Los ricos y gentes de clase media se quejaron por las críticas del pontífice, porque para ellos no hubo discurso, únicamente para los pobres de las favelas.
Aduce Francisco, que la iglesia no es una Ong, tiene razón, es toda una multinacional. También, que él no es nadie para juzgar a los gay, como si los homosexuales necesitaran la absolución o la bendición suya, ellos únicamente exigen derechos civiles equiparados con los de los heterosexuales. No será un papa reformista, pues la ordenación de mujeres es imposible, no al matrimonio homosexual, no al aborto, etc.
Curioso, que en Copacabana la playa de la lujuria, se haya congregado el máximo evento católico de juventudes con tanto éxito.
No lloren por mi argentinos, por ahora no iré, le faltó decir a Francisco. La próxima cita mundial de la juventud con el papa será en el 2016 en Polonia.
Que vergüenza para un gobierno que se dice progresista ,esta condescendencia con el jefe de una organización criminal. Una millonada gastada en ayudarle a embrutecer a los jóvenes. Desde cualquier punto de vista, una inversión ruinosa