La nueva enviada especial de la ONU para Birmania, la diplomática Noeleen Heyzer, ha hecho un llamamiento a la Junta militar birmana y a sus oponentes pidiendo un «alto el fuego» para empezar el año 2022. Desde el golpe de estado del pasado mes de febrero de 2021 en el país han matado a más de 1300 civiles, según la organización no gubernamental Asociación de Asistencia a los presos políticos (AAPP).
«Profundamente preocupada» se ha manifestado en un comunicado, este lunes 27 de diciembre de 2021, la nueva enviada especial de Naciones Unidas para Birmania, Noeleen Heyzer, «por la continua escalada de violencia en el estado de Kayah y en otras regiones birmanas».
Desde el golpe de estado del 1 de febrero, que acabó con una década de transición democrática, Birmania está sumida en el caos, según la AAPP –que tiene comprobados «casos de torturas y ejecuciones extrajudiciales»- y la prensa internacional. La nueva Junta militar que dirige el país hace oídos sordos a los esfuerzos diplomáticos desplegados por la ONU y la Asean (Asociación de naciones del sudeste asiático).
Este domingo, el secretario general adjunto de la ONU, Martin Griffiths, se ha declarado «horrorizado» ante la noticia de que el viernes 24 aparecieron los cuerpos quemados, en vehículos calcinados, de al menos 35 civiles en el estado de Kayah, en el este del país, mientras continúan desaparecidos dos trabajadores de la ONG británica Save the Children cuyo vehículo fue atacado y quemado en el mismo ataque criminal. Los dos trabajadores se dirigían a su pueblo para celebrar las fiestas de fin de año.
La organización ha suspendido después toda su actividad en el país, según ha comunicado Inger Ashing, dirigente de la organización centenaria que defiende los derechos de los niños en todo el mundo. En octubre pasado, en los combates entre fuerzas militares de la Junta y un grupo rebelde local, un bombardeo de los militares destruyó las oficinas de la organización, así como decenas de viviendas, en la ciudad de Thantlang, en el oeste.
En su comunicado, Griffiths condena los hechos, que califica de muy graves y pide a las autoridades «que pongan inmediatamente en marcha una investigación seria y transparente (…) Pido a las fuerzas birmanas y a todos los grupos armados en Birmania que adopten todas las medidas necesarias para proteger a los civiles».
Las fotos publicadas el sábado en las redes sociales muestran dos camiones y un coche incendiados en una carretera del cantón de Hpruso, con cuerpos en el interior. Un responsable de las Fuerzas de Defensa del Pueblo, el grupo rebelde que se enfrenta a los soldados de la Junta, declaró a la Agencia France Presse haber encontrado al menos veintisiete cadáveres, según la información de este martes en el diario Le Monde.
Según el observatorio Myanmar Witness, «el 24 de diciembre los militares quemaron a 35 personas, entre ellas mujeres y niños, en el cantón de Hpruso». Por su parte, el portavoz de la Junta Zaw Min Tun admitió que el viernes se habían producido enfrentamientos en la zona y que los soldados habían matado a varias personas.