En la noche del 27 de octubre de 2015 quedó totalmente destruido el hospital de Haydan, situado en la provincia de Saada, en el transcurso de varios raids aéreos.
En contra de las declaraciones públicas de las autoridades saudíes, no existe ninguna duda de que este hospital, apoyado por Médicos sin Fronteras (MSF), fue bombardeado por las fuerzas de la Coalición que dirige Arabia Saudí en Yemen, explica MSF en un comunicado hecho público el 29 de octubre.
El personal del hospital y dos pacientes consiguieron huir tras el primer ataque, que se produjo a las 22,30 horas, seguido por varios ataques más durante casi dos horas. Un miembro del personal resultó herido leve. Ahora que han destruido el hospital, al menos 300.000 personas se ven privadas de acceso a una atención médica vital
«Este ataque es un ejemplo más de desprecio total que existe por los civiles en Yemen, donde los bombardeos son casi diarios «, observa Hassan Boucenine, jefe de la misión de MSF en Yemen.
«Incluso doce horas después del raid, pude ver el humo por encima del hospital», ha declarado Miriam Czech, coordinadora del proyecto MSF en Saada. “Las salas de hospitalización, consultas, maternidad, el laboratorio y las urgencias están destruidos. Era el único hospital que seguía funcionando en toda a región de Haydan”.
No es la primera vez que las fuerzas de la coalición atacan este hospital. Primero el 30 de junio, y después del 7 de julio, varias bombas cayeron a unos escasos 250 metros del hospital, alcanzando a varias viviendas, una escuela y un mercado. Los cristales del hospital saltaron en pedazos y en el recinto del establecimiento se encontraron fragmentos de obús. El 23 de julio de nuevo cayeron siete bombas sobre un mercado, una estación de servicio, dos casas habitadas y una escuela situada en las proximidades del hospital. De nuevo se rompieron los cristales y los muros del edificio resultaron dañados.
Cada vez que sucede, los representantes de MSF señalan estos incidentes a los representantes de la coalición, que jamás han dado ninguna explicación. En el caso de Haydan, se notificó a las autoridades de Riyad : “Un hospital acaba de ser totalmente destruido por una serie de bombardeos. El hecho de que las autoridades saudíes nieguen la evidencia es una señal particularmente alarmante, tanto para la población yemení como para quienes intentan prestarle asistencia”, manifiesta Laurent Sury, responsable de las operaciones de urgencia en MSF. “Frente a las negativas, ¿Cómo sacar consecuencias de lo que ha pasado? ¿Cómo seguir trabajando sin la garantía de que se van a respetar las estructuras civiles?”.
El bombardeo de civiles y hospitales es una violación del derecho humanitario internacional. MSF reitera su petición de explicaciones a los representantes de la Coalición y una vez más insiste en que los estados que la apoyan tienen que comprometerses a respetar las estructuras sanitarias y a que los primeros auxilios de urgencia lleguen a la población yemení privada de asistencia.
MSF empezó a colaborar con este hospital en mayo de 2015. Desde entonces por allí han pasado 3400 pacientes, con una media de 200 heridos de guerra mensuales. «Yemen se encuentra sumergido en una guerra total, en la que la población que se encuentra en el lado ‘malo’ se considera un objetivo legítimo. Mercados, escuelas, carreteras, puentes, camiones que transportan alimentos, campamentos de desplazados y estructuras médicas han sido bombardeados y destruidos. Y las primeras víctimas son los civiles.
En Siria continúa la escalada de violencia contra las estructuras de salud
Desde finales de septiembre de 2015, doce hospitales situados en las regiones de Idlib, Alepo y Hama et d’Hama, entre ellos seis apoyados por MSF, han sido objeto de ataques. Seis de ellos han tenido que cesar en sus actividades, se han destruido cuatro ambulancias y decenas de miles de personas siguen forzadas a abandonar sus domicilios. Algunos han encontrado refugio en los campamentos y pueblos cercanos, otros se han visto obligados a huir más lejos. 1.700 familias se han sumado en la última semana a los 110.000 desplazados sirios que viven en cuatro campamentos situados en torno a Atmeh.
Según miembros del personal médico apoyado por MSF en Siria, el reciente y significativo aumento de los ataques aéreos sobre los hospitales del norte del país ha matado al menos a 35 pacientes y trabajadores de la salud, y herido a otros 72.
“Después de más de cuatro años de guerra me sigue dejando estupefacto ver hasta qué punto pueden despreciar el Derecho Humanitario Internacional las diferentes partes implicadas en el conflicto sirio”, declara Sylvain Groulx, jefe de la misión de MSF en Siria. “Podemos preguntarnos si no se trata de un concepto muerto. Muchos actores humanitarios y médicos, entre ellos MSF, piden de manera repetida un cese inmediato de este tipo de ataques. Y nos preguntamos si alguien escucha nuestras voces».