Las autoridades de Brasil han desplegado una gran operación para expulsar a miles de mineros ilegales del Territorio Yanomami, en el norte del país, en la que participan agentes de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (IBAMA) y del Departamento de Asuntos Indígenas (FUNAI), además de la Fuerza Nacional de Seguridad Pública, informa Survival Internacional.
Los mineros han devastado el territorio, han aterrorizado a las comunidades yanomamis y han provocado una catastrófica crisis sanitaria tan grave que el presidente Lula la ha calificado como un «genocidio».
Cientos de yanomamis, sobretodo menores, han muerto de enfermedades evitables y desnutrición. Miles de explotaciones mineras asolan el paisaje y se han construido pistas de aterrizaje ilegales e incluso una carretera.
El expresidente Bolsonaro alentó activamente la invasión. Durante su mandato, el número de mineros se disparó y las bandas criminales se hicieron con el control de gran parte del mercado ilegal de oro en la región. Los buscadores de oro incluso llegaron a zonas de selva habitadas por yanomamis no contactados.
Davi Kopenawa Yanomami, reconocido líder y presidente de la organización yanomami Hutukara, declaró: «Estoy exhausto de escuchar los llantos de las madres y padres yanomamis que han perdido a sus hijos. No es culpa de los yanomamis que nuestros hijos estén muriendo. Los yanomamis somos seres humanos, pero Bolsonaro ha destruido nuestra salud y nuestra tierra. Se está cometiendo un crimen en mi ‘casa’. Además de atención sanitaria urgente, lo que más necesitamos es protección permanente y total de nuestro territorio, especialmente en las zonas fronterizas donde viven los moxihateteas [yanomamis no contactados]. Esto no debe volver a ocurrir».
Survival International, junto con organizaciones yanomamis como Hutukara, lleva años reclamando la expulsión de los mineros de oro, y recientemente propuso un plan de seis puntos para reparar parte del daño causado a los pueblos indígenas de Brasil bajo el régimen de Bolsonaro.
La directora de Survival Brasil, Sarah Shenker, ha declarado que «este desastre ha sido en gran parte orquestado por el expresidente Bolsonaro. Él alentó la invasión de los mineros e incluso impidió que los equipos médicos entraran en la zona cuando la magnitud de la emergencia sanitaria era evidente. Ahora, además de la retirada de los mineros, es necesaria una operación sanitaria intensiva para hacer frente a la crisis. Y va a hacer falta verdadera voluntad política para desmantelar y llevar ante la justicia a las bandas criminales que ahora ocupan la zona, y que han sembrado el terror por todo el territorio yanomami».
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