La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), enfrentará al candidato socialdemócrata (derecha) Aécio Neves en la segunda vuelta electoral el 26 de octubre y analistas anticipan que la campaña de tres semanas será corta e intensa con los medios contrarios al gobierno jugando un papel activo, informa Andes.
En sus primeras declaraciones, Rousseff criticó duramente a las administraciones de la socialdemocracia del pasado porque «quebraron este país tres veces» y «jamás promovieron, cuando tuvieron la oportunidad, políticas de inclusión social y reducción de la desigualdad» como las que sí fomentó el PT.
«No queremos los fantasmas del pasado … el partido de la socialdemocracia siempre gobernó para un tercio de la población, siempre abandonó a los más pobres», dijo la actual mandataria.
De su lado, Neves, candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) del expresidente Fernando Henrique Cardoso, convocó a Silva, que quedó tercera, a «unir fuerzas» contra Rousseff. «Es hora de unir nuestras fuerzas. Mi candidatura no es más la candidatura de un partido político, o de un conjunto de alianzas. Es un sentimiento más puro, de todos los brasileños que aún tienen la capacidad de indignarse», afirmó en un discurso a sus simpatizantes.
Más temprano, el presidente del Tribunal Superior Electoral de Brasil, Antonio Diaz Toffoli, declaró que con el 91% de los votos válidos escrutados que fueron anunciados a las 19:56 hora local «matemáticamente (se) definía cuáles eran los candidatos, Dilma Rousseff y Aécio Neves, quienes irán a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales el día 26 de octubre».
Con el 99 % de los votos escrutados, Rousseff consiguió el 41,56% de los sufragios y Neves, el 33,58 %. Marina Silva, quien tuvo un bajón en las encuestas, quedó fuera de la contienda con solo el 21,31% de los votos.
En un segundo turno, Rousseff ganaría a Neves por 48% a 42%, según la encuestadora Datafolha, y por 45% contra 37%, según la firma Ibope. Silva no ha mencionado si apoyará a alguno de los candidatos.
Campaña corta e intensa entre dos modelos antagónicos
«Dilma ya llega a la segunda vuelta con el respaldo de casi el 42% (de la población), eso es un resultado muy significativo cuando uno piensa que son 12 años del gobierno del PT (Partido de los Trabajadores) con todo el desgaste que eso significa, con todo el torpedeo, los ataques sistemáticos de los medios, con las dificultades económicas por la crisis internacional y todos los factores negativos que han influenciado en estas elecciones», señaló al canal Telesur, el analista político Igor Fuser.
Entre esos factores estuvieron las protestas durante el Mundial de Brasil contra los gastos de ese torneo.
Los grandes medios de Brasil «se van a volver más agresivos que nunca contra el gobierno», anticipó Fuser, también profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal del ABC (Sao Paulo).
Aecio Neves, nieto del expresidente Tancredo Neves, «renació de las cenizas y llega con mucha fuerza a este segundo turno. Creo que Rousseff y Neves tienen 50 % de posibilidades de ser electos. Será una campaña muy corta y muy intensa», dijo a la AFP el analista André César, de la consultora Prospectiva en Brasilia.
La actual mandataria, que busca la reelección para gobernar hasta 2018, representa un modelo de izquierda que tiene como prioridad la atención a los pobres y la clase media, el mejoramiento de la salud y la educación públicas, el protagonismo del Estado mientras que Neves, es el candidato de los mercados, los grandes medios y la élite brasileña.
El balotaje enfrentará a los dos partidos que han estado en el poder en los últimos 20 años.
Además de presidente, los 142,8 millones de brasileños convocados a las urnas debían escoger este domingo a la totalidad de la Cámara de Diputados (513) y a un tercio del Senado (27), así como a 27 gobernadores y 1.059 diputados estatales.
Un total de 1209 personas fueron detenidas por irregularidades, principalmente por hacer propaganda electoral pero también por compra de votos, informó la justicia electoral, que elogió la «tranquilidad» de los comicios, los cuartos mayores del mundo detrás de India, Estados Unidos e Indonesia.
Las elecciones son consideradas las más informatizadas del mundo, gracias a su sistema de urnas electrónicas «Made in Brazil».