Cientos de miles de personas se movilizaron este viernes 18 de marzo de 2016 por las principales calles y avenidas de una treintena de ciudadades de Brasil en defensa de la democracia y en apoyo a la presidenta Dilma Rousseff y al líder del Partido de los Trabajadores (PT) Luiz Inácio Lula da Silva.
En ciudades como Sao Paulo, Brasilia y Río se observaron multitudinarias manifestaciones en apoyo a la democracia en el gigante sudamericano. Organizaciones sociales, estudiantes, líderes y representantes de la clase obrera se unieron a la marcha en rechazo a los ataques que enfrenta el gobierno de Rousseff.
Estos brasileños califican fuera de lugar el ataque mediático que adelantan los medios de comunicación para generar un ambiente de ingobernabilidad en el país.
La jornada de movilización convocada por el Frente Popular de Brasil en apoyo a Lula da Silva y la presidenta Rousseff arrancó en la capital de Alagoas (Maceió), donde organizaciones y movimientos sociales caminaron en defensa de la democracia.
Desde hace varios meses la Fiscalía de Brasil respalda procesos judiciales para evitar que Lula da Silva presente su candidatura en las próximas elecciones presidenciales de 2018. Entre los ataques contra el líder del PT destaca una detención arbitraria por parte de la Policía Federal para ser interrogado por el caso de corrupción de Petrobas sin pruebas contundentes en su contra.
Lula agradece masivo respaldo
Tras las masivas movilizaciones, Lula da Silva agradeció el respaldo de las organizaciones movilizadas: “Yo pensé que nada fuese a emocionarme más. Lo que ustedes están haciendo hoy será una lección para aquellos que no creen en la democracia brasileña, para aquellos que nos tratan como ciudadanos y ciudadanas de segunda clase», dijo Lula ante miles de simpatizantes que se concentraron en la neurálgica Avenida Paulist de Sao Paulo en defensa de la democracia.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) destacó que las protestas son necesarias en países libres y soberanos. Recordó que su vida transcurrió entre movilizaciones y luchas por un país mejor: «Las personas que están aquí saben el valor de la democracia. La bandera verde amarilla está en nuestra conciencia, en nuestro corazón», sostuvo. Advirtió que la alegría del pueblo brasileño está en juego ante la arremetida que adelanta la derecha para derrocar al Gobierno de Dilma Rousseff y generar un ambiente de inestabilidad en el país.
“Brasil tiene el pueblo más alegre del planeta tierra. Tenemos que recuperar la alegría del pueblo brasileño”, insistió ante miles de simpatizantes del PT.
Y respecto a la polémica política y judicial sobre su nombramiento como ministro de la Presidencia, dijo que aceptó participar en el Gobierno de Dilma Rousseff porque faltan más de dos años para que termine su mandato y «hay tiempo suficiente para cambiar la historia de este país».