Con motivo del dia mundial del corazón tenemos que aprender que las enfermedades cardiovasculares se pueden prevenir, muchas, nunca deberían haber existido y algunas podrían evitar desórdenes vasculares y por tanto, las enfermedades que los provocan. Cada 20 minutos, en España se registra un paro cardíaco. La instalación de desfibriladores en determinados lugares públicos han salvado muchas vidas; empresas cardioprotegidas sí, pero, ¿somos conscientes de la responsabilidad que supone padecer de una enfermedad cardiovascular? ¿comemos adecuadamente? ¿adoptamos todas las recomendaciones que nos sugiere nuestro médico?
El estrés, la mala alimentación y la falta de ejercicio están detrás de la primera causa del muerte en el mundo. Siempre está vinculada a pacientes que padecen hipertensión, diabetes, colesterol y triglicéridos altos así como fumadores que nunca hacen ejercicio. Un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular se podría evitar si cambiamos de vida y sobre todo de hábitos de vida. Un cambio radical en la dieta puede hacer que un corazón sea saludable o no. Tomar macronutrientes; tanto proteínas, grasas o carbohidratos, así como micronutrientes; vitaminas y minerales hará que tengamos una salud conservada sumada a un ejercicio regular y diario. Tenemos que prestar atención a la masa corporal y por ello entender que no puede superar los 25 kg/m2 o si no estaremos en alerta cardiovascular.
Para ello tenemos que tener en cuenta que es importante mantener a raya la glucosa y el colesterol. Si este se deposita en las paredes de los vasos sanguíneos, obstruirá el paso del flujo sanguíneo. Por ello si en una analítica rutinaria el colesterol es mayor de 200 mg/dl y el índice glicémico, mayor de 100 mg/dl, tendremos que visitar al cardiólogo urgentemente. Si además no tenemos estrés o lo evitamos, y mantenemos a raya la ansiedad mediante el yoga u otras prácticas de desconexión tendremos mejor calidad de vida cardiovascular.
La tensión arterial llegada una edad, es conveniente tomarla cada semana ya que conoceremos la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Una tensión irregular o alta, es por una razón y debemos averiguar cuál es. La hipertensión es asintomática y nos puede dar un susto. Cuando nos han pautado dejar la sal es porque tenemos la tensión alta.
¡Hágale caso a su médico y no se automedique!
Otro hábito que tenemos que evitar es el tabaco responsable de disminuír la cantidad de oxígeno en sangre y de estrechar y endurecer la capa interna de las arterias. Un cigarrillo al día aumenta los riesgos de ataque cerebral y si son 20, usted corre el riesgo de tenerlos.
Las verduras además de fibra nos ayudan a reducir los lípidos y algunas de ellas previenen la formación de coágulos. Tomar las verduras frescas sin procesar, cocer, freír, hará que sus propiedades no se alteren y que realmente sirva ingerirlas. De igual forma, las frutas, al contener vitaminas formaremos colágeno y tendremos unos vasos sanguíneos en perfecto estado. Los arándanos nos ayudarán a mejorar la circulación de la sangre y también previene de coágulos en la sangre. En cuanto a las grasas buenas, el aceite de oliva sigue siendo nuestro mejor aliado ya que ayuda a reducir el colesterol malo del organismo; entendemos por bueno tomar una cucharada de aceite crudo al día. También es conveniente añadir frutos secos y linaza para mantener el colesterol a raya. Los pescados previenen muchas enfermedades coronaria; por ejemplo el bonitos y el jurel. Su alto contenido en omega 3 los hacen beneficiosos para la salud. Consumir el pescado en ceviche o a la plancha evitará tomar fritos innecesarios.
Cada año se hacen las mismas recomendaciones sin mucho éxito ya que las personas siguen optando por una vida sedentaria, por el tabaco y el alcohol. Se estima que la mitad de las personas que mueren a diario por problemas coronarios ni siquiera lo sabían; ¿podrían haberlo evitado? en cierta forma, sí. Somos responsables de lo que ingerimos, del tipo de vida que elegimos y de los hábitos que adoptamos. Un pequeño cambio le hará sentirse mejor, tener la autoestima más alta y tendrá más energía para disfrutarla en otras actividades que ahora le parecen imposibles de realizar.
Somos lo que comemos, dicen los expertos.