La próstata es una glándula de color gris y consistencia dura que rodea la porción inicial de la uretra masculina que produce líquido para el semen. Normalmente cuando existe una alteración presenta interrelaciones endocrinas, testiculares e hipotalámicas de ahí que el cáncer constituya la segunda causa de muerte en el hombre a nivel mundial, y el quinto lugar de las causas por esta afección porque cada año se suman 350.000 nuevos casos.
Esta enfermedad no es frecuente que se presente antes de los 50 años de vida, si bien, su prevalencia aumenta exponencialmente a partir de esta edad. Se considera silenciosa porque aunque el paciente tiene ciertos síntomas, no presenta dolor y no los siente hasta pasados los diez años.
Es bastante frecuente que la persona acuda a miccionar varias veces al día y sobre todo durante la noche y siempre poca cantidad. Si además se tiene urgencia para miccionar, y una sensación de vaciamiento vesical incompleto, es decir, tienes ganas de nuevo al rato, sin duda, son síntomas claros para acudir a visitar a un urólogo.
Los casos más graves los pacientes tienen sangre en la orina y en el semen o también dolor al miccionar. En algunos hombres se presenta un importante dolor lumbar o cierta rigidez en los músculos y aunque es raro y puede no estar vinculado al cáncer, conviene comentarlo al médico.
El carcinoma prostático es un tumor maligno que puede variar considerablemente tanto por la metastasis como por la respuesta terapéutica que presente. Existen tumores no palpables que se detectan tras una ecografía transrectal al igual que el tacto rectal y el PSA, (Antígeno Prostático Específico) que no siempre son efectivos. Teniendo en cuenta los valores sanguíneos del PSA se determinará la estratificación de riesgo de esta enfermedad oncológica. Bajo riesgo supondría por debajo de 10 ng/ml, riesgo intermedio, entre 10 y 20 y por encima de 20 riesgo alto.
Este marcador de sangre de la próstata valorará la probabilidad de que exista o no cáncer de próstata aunque no siempre es efectivo según los datos que aporta el estudio publicado recientemente publicado en el British Medical Journal, en donde consideran que tiene más efectos negativos que positivos para el paciente.
Dentro de los cánceres conocidos, la prevención es lo más importante y al igual que las mujeres acuden al ginecólogo una vez al año, lo varones ante los síntomas diversos deben acudir a un urólogo si su edad alcanza ya los 45 años. Es posible que este le solicite una biopsia, una resonancia y un análisis para afinar en qué contexto se encuentra y cuál será el abordaje que debe tener el oncólogo para evitar la diseminación del mismo. La mejor noticia sin duda es que es un cáncer de mortalidad baja y es cierto que el 98 % sobreviven a él, pero lo negativo es que es silencioso y cuando se acuda al médico puede ya ser tarde.