Godard dejó plantados a los organizadores
En competición y en sesión única a las cuatro de la tarde, se ha proyectado en Cannes «Adieu au langage», la película del franco suizo Jean Luc Godard, veterano y legendario exponente de la Nouvelle vague, que sigue experimentando en su obra con imágenes, música y sonido, con su conocido arte por la provocación, y que en esta ocasión ha optado por filmar con la tecnológia del 3D, tres dimensiones. Una obra evidentemente en las antipodas de los productos hollywoodenses en 3D.
Muy bien acogida en sesión de prensa, » Adios al lenguaje» ha sido sostenida en Cannes por los actores y productores de la película, ya que Godard ha dejado plantados a los organizadores, al anular su viaje al Festival y la rueda de prensa que estaba anunciada. Aunque ha venido a Cannes en cinco ocasiones, las relaciones de Godard con el Festival siempre han sido conflictivas, y nunca ha sido premiada ninguna de sus películas.
En un video enviado a los organizadores explica el venerado cineasta francés por qué ha preferido no venir, ya que desde hace mucho tiempo su actividad artística » no se encuentra en el mundo de la distribución». » Yo sigo otras pistas… y ya no soy el que ustedes creen que soy». Afirma Godard en una carta filmada en video con un montaje cinematográfico de casi nueve minutos:
Aunque detesto la técnica del 3D, hay que reconocer que en su experimentación Godard obtiene imágenes insólitas junto a otras deliberadamente desincronizadas o superpuestas que son un verdadero martirio para el espectador con las obligadas gafas negras.
Su película es un brillante experimento filmado en tres dimensiones y de solo una hora y diez minutos de metraje, lo que es de agradecer. Me hubiera gustado preguntarle qué piensa de esa tecnología que utiliza aquí de forma provocadora, para declinar sus obsesiones temáticas habituales. Pero otra vez será. Personalmente prefiero la muy clásica dirección de fotografía y la profundidad de campo, a esta falsa realidad en relieve del 3D.
Su película, como de costumbre en los últimos años, es una sabia mezcla artística de texto, con alusiones literarias, reflexión filosófica sobre el mundo en que vivimos, imagen, música y sonido, en un montaje siempre original, con imágenes invertidas e insólitos encuadres.
«Adios al lenguaje», yo diría que es su película más » situacionista», y sus largos planos con la pantalla en negro, en los que solo escuchamos una voz en off hablándonos del Estado, de la sociedad, y del espectáculo, me han hecho pensar en Guy Debord y su «In girum imus noct in consumimur igni». Un Godard que al apropiarse esa tecnología del 3D nos dice , que en Adios hay la palabra Dios, » A Dios oh lenguaje» al viejo cinematógrafo, lo que suena un poco a provocadora predicción de legendario cineasta al margen del sistema.
Godard provoca y juega con las palabras, desincroniza imagen y sonido, superpone imágenes que divide en dos partes: la naturaleza y la metáfora. Cita a Lord Byron, Mary Schelley y Frankestein, o Jack London. “En donde unos hablan de igualdad, yo hablo de caca” afirma con imágenes de un hombre y una mujer desnudos haciendo el amor, en la ducha, o defecando en el water y un sexo de mujer a guisa de evocación de la célebre pintura «El origen del mundo» de Gustave Courbet, al tiempo que se pregunta por qué no existe un Premio Nobel de pintura y de música, como lo hay para la literatura.
No faltan tampoco las alusiones a la política, a esa Rusia que nunca será europea, a Soljenitsin y su archipiélago del Gulag, al totalitarismo, a Hitler, Mao Tse Tung o el Che Guevara y una canción revolucionaria italiana que abre y cierra la película: » viva la rivoluzione… vinceremo contro i padroni…».
El riesgo de la soledad es perderse a sí mismo nos dice Godard en esta reflexión sobre la lógica, la filosofía, las artes, la naturaleza y los animales, tanto los humanos como su perro, omnipresnete en la pantalla. » Existe -dice Godard- una Declaración universal de derechos del animal… el perro es el único ser vivo que es capaz de amarte mas que el amor que tiene por si mismo».