Diez años después de «Three times», el veterano director chino taiwanés Hou Hsiao Hsien vuelve a la competición de Cannes con «Nie Yinniang» (El asesino), con la que aporta su virtuosidad y su genuina mirada de gran cineasta al género del kung fu, o de las artes marciales.
Su película es de absoluta belleza formal y artística, y reúne en su casting a dos conocidos actores chinos. Ella es la bella Shu Qi que el mismo contribuyó a su lanzamiento en la escena internacional con «Three times» en 2005. El es Chang Chen, al que los cinéfilos recordarán por «Tigre y dragón» 2000 de Ang Lee o por «2046» de Wong Kar Way, 2004. En su reparto también el actor japonés Satoshi Tsumabuki.
La acción se situa en el siglo VII de nuestra era, en tiempos de la dinastia Tang, en China, cuando se producen diversas rebeliones contra el poder imperial. Experta en Kung fu, Nie Yinniang es «el asesino» enviado para ajustar cuentas con un clan rebelde y matar a su propio primo que resulta ser el hombre que ella amaba.
El dilema que plantea Hou Hsiao Sien es pues el de su heroina que debe escoger entre sacrificar al hombre que ama, o bien romper con «la orden de los asesinos» que le encomendó la misión. Los personajes femeninos tienen verdadera preponderancia en el relato, tanto a través de la protagonista, como del personaje de la mujer del gobernador, que quiere desahacerse de una concubina rival.
Su puesta en escena es elegante y depurada, y los recursos a las escenas de artes marciales son limitados pero brillantes. Lo menos convincente es a mi juicio que el relato resulta confuso, y sin previa información sobre las intenciones del autor, no se sigue muy bien quien ataca a quien y por qué.
Cabe señalar sin embargo que el cineasta taiwanés no se interesa en la motivación sicológica de sus personajes: «Mi película -afirma Hou Hsiao Sien- es más bien como un torrente o un río caudaloso, lo importante son sus meandros, no saber donde desemboca o cual es el lugar en el que nace».
La virtuosidad de Hou Hsiao Sien en el tratamiento de la imagen y en la dirección de fotografia es de absoluta perfección, pasando de un breve prólogo en blanco y negro al resto en color cuando empieza la historia propiamente dicha. «El asesino» pienso pues que formará parte del palmarés de esta 68 edición, por su destacada y brillante dirección artística.
La película se mira con gran placer, no obstante su ritmo lento y pausado, muy a contracorriente del propio género de artes marciales que Hou Hsiao Sien explora aquí por primera vez en su filmografía. La película está rodada en los magníficos paisajes de la Mongolia interior y en la provincia china de Hubei.
Entre las obras mas destacadas de su abundante filmografía recordemos aquí «El maestro de marionetas» 1993, «Las flores de Shangai» 1998, «Millenium Mambo» 2001, o «Three times» en 2005.