Las trescientas personas que componen la Caravana Abriendo Fronteras[1] han participado en acciones reivindicativas en los puertos de Pozzalo y Catania, en Sicilia, en donde también se ha pedido la desmilitarización de las fronteras europeas.
Un grupo de miembros de la Caravana se acercó el 19 de julio de 2018 al centro de internamiento con capacidad para 231 personas de Pozzalo, donde se hacinan 401 personas privadas de libertad, mientras que en Catania, el segundo grupo tomaba la palabra en una rueda de prensa donde se presentaba la Campaña Internacional puertos abiertos y seguros.
Tanto en un puerto como en otro, se llevaron a cabo acciones de denuncia, donde participaron personas del Centro de Acogida de Solicitantes de Asilo CARA de Mineo a quienes el autobús de la Caravana trasladó para que pudieran alzar la voz. Durante las acciones un grupo de personas se tumbaron en el suelo con el torso pintado de rojo mientras otras flotaban inertes en el mar “para visibilizar los cuerpos de las personas migrantes que pierden la vida víctimas de las políticas criminales de los gobiernos de la UE”, denunció una de las activistas.
Un total de 1103 personas han muerto en lo que va de año en su intento de cruzar la ruta que une Libia e Italia. Tanto oenegés como redes, como Caravana Abriendo Fronteras, han pedido en distintas ocasiones que los Gobiernos pongan en marcha vías legales y seguras de acceso a Europa para evitar más muertes.
En la tarde del miércoles 18 la Caravana se acercó a la localidad de Niscemi, donde se ubica una de las veintiocho bases militares americanas y de la OTAN radicadas en Sicilia. “Debido a su ubicación en el centro del Mediterráneo, siempre ha tenido un papel muy importante en la estrategia imperialista de Estados Unidos y de la OTAN”, explicó un miembro de NO MUOS, organización anfitriona de la Caravana que, a la vez, destacó la existencia de un histórico movimiento de resistencia por las consecuencias medioambientales y para la salud que emiten las ondas radiales en la zona.
Además de manifestarse por las calles de Niscemi, una delegación de once integrantes de la Caravana se acercó a la base militar que alberga el sistema de comunicación vía satélite MUOS. “Su función es facilitar las operaciones militares en Oriente Medio”, aclaró el activista de NO MUOS a la delegación de la Caravana, donde la vigilancia de la que fueron objeto les impidió desplegar la pancarta que portaban pero no gritar consignas antimilitaristas como “OTAN no”, “Estás guerras son muy nuestras”, “Bases fuera!”.
Durante la tarde del miércoles la Caravana participó en una manifestación regional contra la militarización y el cierre de fronteras hasta la sede de la agencia Europea de fronteras FRONTEX que incluyó una mención a Josefa, “triple superviviente de la violencia machista de su marido, del mandato patriarcal de maternidad, y de los guardacostas libios a los que se negó a obedecer”, destacó una activista de una Caravana que se reivindica como Caravana feminista.
Este viernes 20 de julio, la Caravana pone rumbo a Riace, último destino en Italia de la iniciativa que el pasado día trece emprendió su periplo en Salt, Gerona, España, para denunciar la vulneración de los derechos humanos y las políticas migratorias de militarización y cierre de fronteras de la UE.