De nuevo ella, la gran dama del flamenco, Carmen Linares, la musa de los poetas del 27 ha presentado en Madrid, en estreno mundial, dentro de Inverfest 17, un nuevo trabajo discográfico, esta vez dedicado a cantar al poeta de Orihuela, muerto en plena juventud, Miguel Hernández Gilabert. Verso a verso estuvo por primera vez en el Teatro Circo Price de Madrid el jueves 26 de enero de 2017.
Ya se estaba echando de menos un nuevo proyecto de la diva que ha puesto voz a los poetas españoles que ella ama, haciendo vibrar en clave flamenca, quejas de amor y de justicia social. Hacía mucho tiempo, seis años justo, desde aquel inolvidable Remembranzas grabado por primera vez en directo durante un concierto en el Teatro de la Maestranza de Sevilla el 5 de febrero de 2011 en el que puso música a poemas de Federico García Lorca y del propio Miguel Hernández, alguno de los cuales ha incluido en el trabajo presentado ahora, como La casida del sediento. Más tiempo aún desde su trabajo de 2008 Raíces y Alas dedicado a la poesía de Juan Ramón Jiménez.
Ha habido que esperar a 2017 para volver a sentir toda una gama de emociones complejas y profundas , en la voz de Carmen Linares, en las voces de sus instrumentistas, en la voz de la memoria histórica de la España de Miguel Hernández.
Esta vez con un elenco como siempre de lujo, que supone un nuevo formato. El quinteto Camerata Flamenco Project (CFP), compuesto por su alma Mater el flautista saxofonista Ramiro Obedman, el pianista y compositor de dos canciones de este trabajo, Pablo Suárez, Josemi Garzón al contrabajo, el violonchelista José Luis López y a la batería Karo Sampela. Los guitarristas Salvador Gutiérrez y Eduardo Pacheco, el cantaor Arcángel, los coros y palmas de Ana María González y Rosario Amador y la bailaora Vanessa Aibar.
Carmen Linares con sus guitarristas Salvador Gutiérrez y Eduardo Pacheco. Foto Sergio GarcíaCamerata Flamenco Project ha sido principal protagonista de la primera parte del concierto, con un precioso formato musical camerístico. El pianista y compositor Pablo Suárez, que ya estuvo en Remembranzas, es el autor de la música del poema que ha abierto y cerrado el concierto: Para la libertad. y también suya es la música del emocionante Llegó con tres heridas. El contrabajo, bajista y arreglista Josemi Garzón, es lo más versátil en el panorama jazzístico, flamenco y sus fusiones; Karo Sampela, el baterista finlandés enamorado de España y del flamenco, un fijo en CFP y habitual en tantos otros conciertos del ámbito flamenco – jazz; el chelista José Luis López conocido por tantas actuaciones con artistas punteros de varias nacionalidades. CFP no se entendería sin los sonidos arrancados a la flauta y saxo de Ramiro Obedman. La guitarra llena de gozos y lágrimas de Salvador Gutiérrez y la guitarra invitada de Eduardo Pacheco, hijo de la cantaora, para contribuir en cuerpo y categoría en los dúos de guitarra y como únicos acompañantes de algunos cantes; las palmas y coros a cargo de Ana María González y Rosario Amador. Como invitado estrella, el cantaor onubense Arcángel que estuvo ahí para cantar un dúo inimitable con Carmen en la Elegía a Ramón Sijé, el amigo de infancia y del alma de Miguel, muerto prematuramente en la nochebuena de 1935, mientras el poeta estaba en Madrid. La otra estrella invitada fue la bailaora Vanessa Aibar, como todos sus compañeros de elenco una artista versátil, reconocida internacionalmente en varios ámbitos de la danza, pero ella adora el flamenco, el arte con el que mejor puede expresar los sentimientos más profundos.
Poesía y flamenco. Dos lenguajes universales que se funden en uno cuando Carmen Linares anda de por medio.
El concierto
No podía ser de otra forma. El concierto tenía que empezar con el canto Para la libertad, con el ritmo de bulería compuesto para Verso a verso por Pablo Suárez, con protagonismo de su piano y la flauta de Ramiro Obedman. Sabia rotación instrumental de los miembros de la Camerata en un comienzo discreto, a propósito. El crescendo en intensidad, matices y emociones irían sucediéndose en cada nuevo poema. Con música de Luis Pastor siguieron Imagen de tu huella, con un emocionante solo del contrabajo de Josemi Garzón y la incorporación del chelo de José Luis López. Siempre presentes el piano y la percusión. Para culminar la parte camerística del concierto, la Casida del sediento, de los poemas de amor del poeta oriolano, que ya estuvo en las Remembranzas de 2011. Carmen le imprime al cante un registro muy dulce cuando dice Arena del desierto soy/ desierto de sed. Oasis es tu boca/donde no he de beber. Participan en este momento Ana María González y Rosario Amador con coros y percusión de palmas y esa guitarra tan sentida, tan dedicada al dolor por el drama del ausente.
Carmen Linares y Arcángel en Compañero del alma…Elegía a Ramón Sijé. Foto Sergio GarcíaEl concierto transcurre ahora por la más pura hondura flamenca, con composiciones de una Carmen vestida de negro y su fular rojo de siempre. Soleá acompañada por las dos guitarras, tan intimistas que son todo y solo corazón. Conocedora como nadie de todos los palos del flamenco como su maestra La Niña de los Peines, procura no repetirse, es magistral en la variedad de palos. Siguer No puedo olvidar de Miguel Hernández , seguiriyas musicadas por ella. El concierto alcanza su pico máximo de emoción con la Elegía a Ramón Sijé, Compañero del alma un cante de aires levantinos compartido por Carmen y Arcángel, del que ella dice que es un regalo que la ha hecho el cantaor, aunque el regalo parece mutuo y el público el beneficiario de tal regalo. Este Compañero del alma es también un homenaje a Enrique Morente, el primer flamenco en cantar este y otros poemas de Miguel. Que momento cumbre, con gran entrada de guitarras, contrabajo para acompañar el cante de Carmen y un solo de piano para anunciar a Arcángel; cuanto arte, cuanta sabiduría en la composición instrumental, cuanto amor en la interpretación de la parte vocal.
Tras un concierto de la Camerata, llega uno de esos poemas que no podían faltar, Llegó con tres heridas, versionado por varios artistas, sin olvidar a Joan Manuel Serrat, tan presente en ausencia en este concierto. Llegó con tres heridas/ la del amor, la de la muerte, la de la vida, con música e interpretación protagonista de Pablo Suárez, contrabajo y percusión de Karo Sampela. A ritmo bambero Todas las casas son ojos, por soleá, con arreglos de guitarra de Eduardo Pacheco. Y otro monumento, de la poesía de Hernándezy de la poesía española : Andaluces de Jaén, aquí la intensidad se sale por petenera, con las dos guitarras desgranando el dolor de esos aceituneros altivos que ponen el broche de oro al drama social de la España hernandiana.
Carmen Linares y su elenco en Para la Libertad…Verso a verso. Foto Sergio GarcíaAlegría para el final con Las vendimiadoras, aires de Cádiz por todo lo alto y la feliz irrupción de Vanessa Aibar componiendo una estética feliz y relajante, con ese arte y ese cuerpo que la obedece hasta en los más mínimos detalles.
Despedida de los artistas. De izquierda a derecha: Pablo Suárez, Ramiro Obedman, Josemi Garzón, José Luis López, Vanessa Aibar, Carmen Linares, Arcángel, Salvador Gutiérrez, Karo Sampela, Eduardo Pacheco, Ana María Gutiérrez y Rosario Amador. Foto Sergio García
Y la gran final: De nuevo Para la libertad. No es fácil oír en Madrid aplausos por sevillanas. Pero esta vez sonaron, tan auténticas como si estuviéramos en el Teatro Lope de Vega de Sevilla.
Este proyecto nació en Madrid la semana pasada. Dará para hablar y escuchar en los próximos años en todo el mundo.