Carta a la ministra de Empleo, Fátima Báñez

Conrado Granado

Fatima-Bañez Carta a la ministra de Empleo, Fátima Báñez

Respetada señora ministra de Empleo y Seguridad Social: he recibido su carta indicándome la revalorización de mi pensión para este año 2014, que ha sido del 0,25%, cosa que ya sabíamos los más de ocho millones de pensionistas, como puede imaginar. No me resisto a contestarle casi a vuelta de recibo, porque los de la vieja escuela pública (antes llamada nacional), solemos ser gente educada.

Estoy henchido de gozo, señora ministra, porque resulta que me encuentro con cinco euros de más a fin de mes, que cuidaré como oro en paño y que, distribuyéndolos proporcionalmente en los 30 días mensuales vienen a ser unos 17 céntimos diarios. Y debo decirle que el año pasado tenía cinco euros de menos de pensión que en 2012, porque con la subida del IRPF resulta que no percibía más, sino menos. Es decir, que mi pensión en 2014 va a ser la misma que en 2012. Menos mal que no como mucho.

Ya ve, señora ministra de Empleo y Seguridad Social, en lo que queda la cosa de la vida laboral de un jubilado: comencé a trabajar a los 14 años de aprendiz, y pasando por artes gráficas (cajista de imprenta, linotipista, fotocomposición), y llegando a periodista, resulta que trabajé unos 51 años hasta cumplir los 65, de los cuales coticé unos 46, año arriba año abajo. Y sigo en la brecha, haciendo cualquier colaboración que se ponga a tiro, porque con lo que sube la vida, y con esos 17 céntimos de aumento diario que ustedes me proporcionan, lo tengo un poco crudo, créame. Y no intento ir de héroe señora Fátima Báñez, ya que como yo hay muchos, millones de jubilados, e incluso en peor situación.

mariano-rajoy_marisa-babiano Carta a la ministra de Empleo, Fátima Báñez
Mariano Rajoy, por Marisa Babiano

Lo malo del caso es que el presidente del Gobierno, señor Mariano Rajoy, juró y perjuró en su día que no tocaría cosas como las pensiones o la sanidad, y en eso han fallado (llamémosle mentido) ustedes de forma alevosa. Se lo digo porque han retirado de la Seguridad Social cientos de fármacos, muchos de los cuales necesitamos los jubilados para seguir aguantando el tipo en el último cuarto de vida, lo que los americanos llaman en baloncesto los “minutos basura”. A esta edad, puede imaginarse señora ministra cómo está nuestro corpóreo patio: que si la próstata, que si el colesterol, la hipertensión, los triglicéridos y un rosario más de achaques. Se lo digo porque junto a su carta tengo una receta del médico con la que debo comprar un fármaco que me cuesta 13 euros y que no cubre la Seguridad Social. Y necesito dos o tres al mes. Dígame si me han subido la pensión o me la han ninguneado por otro sitio.

Creo que usted se encomienda a la Virgen del Rocío para combatir las cifras del paro, y pienso sinceramente que debería hacerle un poco de caso, porque con casi seis millones de parados que tenemos el milagro es más necesario que nunca. Por mi parte, desde mi agnosticismo actual también tengo mi santoral laico, cuyos “templos” recorro semanalmente bolsa en ristre en busca no del milagro, sino de la oferta: Santa Mercadona, San Día, Santa Ahorramás o San Simply, entre otros. Y además, también sé de buena tinta de un santo al que llaman en Madrid “el santo de los milagros imposibles”. Se trata de San Judas Tadeo, un santo donde los haya, oiga, todo un tipo. Si usted tiene a bien, quedamos un día, lo visitamos, a ver si con nuestras preces arregla un poco lo de los seis millones de parados y ocho millones de jubilados.

Y después, con esos cinco euros que usted me ha subido, la invito a tomar un “relaxing cup of café con leche” en el barrio de Malasaña, que es más barato que en la Plaza Mayor. Y que la alcaldesa se lo tome donde quiera. Faltaría más.

Conrado Granado
@conradogranado. Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. He trabajado en la Secretaría de Comunicación e Imagen de UGT-Confederal. He colaborado en diversos medios de comunicación, como El País Semanal, Tiempo, Unión, Interviú, Sal y Pimienta, Madriz, Hoy, Diario 16 y otros. Tengo escritos hasta la fecha seis libros: «Memorias de un internado», «Todo sobre el tabaco: de Cristóbal Colón a Terenci Moix», «Lenguaje y comunicación», «Y los españoles emigraron», «Carne de casting: la vida de los otros actores», y «Memoria Histórica. Para que no se olvide». Soy actor. Pertenezco a la Unión de Actores y Actrices de Madrid, así como a AISGE (Actores, Intérpretes, Sociedad de Gestión).

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