Del realizado ruso Jury Feting, “Celestial Camel”, película dirigida al público infantil y juvenil, ganadora del Festival Internacional Olympia, es un drama de aventuras con un niño protagonista que busca por la estepa los camellos que garantizan el sustento de su familia.
Según el jurado se trata de una película “impresionante sobre el paso a la edad adulta en un contexto cultural muy determinado, con un estilo de vida en el que el ser humano y la naturaleza viven en perfecta armonía”.
Bayir, es un joven pastor, tiene 12 años y vive con su familia en la estepa de Kalmukia (en el norte del Cáucaso). Una leyenda kamulka dice que es un buen presagio que un camello nazca bajo una nube en forma de camello: será un animal mágico, especial, celestial.
Cuando el padre de Bayir, agobiado por las deudas, vende a Altynka, el joven camello casi albino compañero de andanzas de los pequeños, a un productor de cine, Bayir y sus hermanos sienten una profunda tristeza. Pero cuando Mara, la camella madre de Altynka, se escapa para ir en busca de su cría, Bayir la persigue con la intención de volver con los dos animales que son el sustento y la única riqueza de toda la familia.
Conduciendo una antigua moto con sidecar, el chaval atraviesa terrenos muy dispares, encuentra a una familia que le acoge, a un monje budista e incluso a un hombre que se dedica al tráfico de clandestinos, con el que tiene una pelea que le lleva a terminar en la cárcel. Allí se hace amigo del raterillo Quarter, los niños consiguen fugarse y juntos continúan la búsqueda de los camellos de Bayir.
Rodada en la región sudoeste de Rusia, y con los habitantes de Kalmukia como actores y extras, «Celestial Camel» es un viaje inesperado a través de la estepa, y de un mundo desconocido en el que todavía funcionan la ternura y la solidaridad.