El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha reclamado la plena accesibilidad a los recursos y protocolos de atención a las víctimas de la violencia de género para que las mujeres con discapacidad no se queden fuera en la aplicación del pacto de estado contra la violencia de género.

Los pocos datos que tenemos para contrastar esta evidencia en el entorno de las mujeres con discapacidad, constata que los efectos de la violencia contra las mujeres se cuadriplica en estas mujeres en donde muchas veces, la propia discapacidad es fruto del maltrato y llega a ser sobrevenida por las circunstancias vividas y nunca ha sido reconocida oficialmente.
Asimismo, en estas niñas y mujeres se utiliza entre otras cosas, la fuerza, la violencia física, la coacción legal, la coerción económica y la intimidación así como la manipulación psicológica, el engaño y la desinformación que hace que las personas estén absolutamente sometidas. Muchas mujeres y niñas se ven obligadas a vivir en entornos segregados, cerrados y sin poder ejercer sus derechos fundamentales solamente por el hecho de tener una discapacidad.



