Una semana después de la tragedia que ha costado la vida a doce personas (entre las que al menos había dos con nombre árabe: el secretario de redacción y el policía que se encargaba de la protección personal del director, Charb), diezmada, y también muy apoyada, lo que queda de la redacción de Charlie Hebdo prepara el número especial del “Le journal des survivants” (el periódico de los supervivientes) que acudirá a su habitual cita con los lectores el próximo miércoles, 14 de enero de 2015, con la mitad de paginas (8 en lugar de 16) habituales y del que tirarán un millón de ejemplares.
Supervivir y seguir haciendo el semanario es, sin la más mínima duda, la mejor respuesta que los trabajadores de Charlie Hebdo pueden dar en este momento, y seguramente la única forma de pasar el duelo. Ya están trabajando en los locales que les ha cedido el diario Libération.
“Vamos a continuar, estamos todos de acuerdo”, manifestó a la Agencia France-Presse tras una reunión de las cerca de 30 personas del equipo que han escapado a la tragedia Patrick Pelloux, médico y colaborador de Charlie Hebdo, “saldremos la semana que viene”.
Para la realización material del número cuentan con el apoyo que les han ofrecido tanto desde la Administración (la ministra de Cultura, Fleu Pellerin ha llegado a mencionar al cifra de 1 millón de euros) como desde otros medios: entre ellos France Televisions, Radio France, RTL, Europe 1, BFMTV, RMC, RFI, France 24, los semanarios Elle y Journal du Dimanche y los diarios Le Monde, L’Equipe y Le Parisien. También ha ofrecido colaboración el Banco Público de Inversiones (Bpifrance), los Fondos Google para la renovación digital (FINP) y el Fondo “Prensa y pluralismo”, que gestionan los editores franceses. Y los distribuidores han decidido renunciar a su comisión y entregar a la redacción de Charlie Hebdo la totalidad de lo recaudado en la venta del número que actualmente se encuentra en los quioscos, al precio habitual de 3 euros; lo mismo harán con las ventas del número extraordinario de “los supervivientes”.
Antes del atentado, precisan las informaciones publicadas en todos los medios franceses, el semanario Charlie Hebdo estaba al borde de la quiebra y temía verse obligado a desparecer, por falta de ventas suficientes. De media, se vendían solamente la mitad de una tirada de 60.000 ejemplares, mientras «que era necesario vender al menos 35.000 para poder seguir adelante», según había manifestado el director Charb a France-Presse no hace mucho tiempo. En noviembre de 2014, la publicación había insertado en sus páginas una petición de donativos con el objetivo de recaudar un millón de uros, pero con el resultado de tan solo “algunas decenas de miles”.
Ahora, y según fuentes de Le Monde, del equipo de Charlie Hebdo quedan cinco dibujantes y tres periodistas «de pluma». “Necesitamos ayuda. No tenemos lápices, ni archivos, ni ordenadores, nada…», ha dicho Richard Malka, el abogado del semanario. De momento, el equipo restante ha activado ya la página web del periódico, que ha permanecido inactiva 24 horas.
La página de ingreso reproduce el slogan “Je suis Charlie” que se ha hecho célebre mundialmente; debajo un puño sujeta un lápiz, con la siguiente inscripción: “Porque el lápiz estará siempre por encima de la barbarie… Porque la libertad es un derecho universal… Porque vosotros nos apoyáis… Nosotros, Charlie Hebdo, sacaremos vuestro periódico el próximo miércoles”. Sobre ese mismo fondo negro, otras palabras que “podrían ser la próxima Primera Página de la revista: ‘Charlie Hebdo, el periódico de los supervivientes, Miércoles 14/1’. La fecha, escrita así, recuerda evidentemente la del 11 de septiembre más famoso (9/11), el de los atentados a las torres general en 2001.
Para Jeanette Bougrab, la compañera de Charb, “Si Charlie desapareciera mañana sería como asesinar otra vez a Charb, cabu, Wolinski y Tignous” (declaraciones al canal BFMTV).