En libertad desde el jueves 9 de mayo de 2019, tras permanecer 62 días detenida, Chelsea Manning (antes Bradley), exanalista del ejército de Estados Unidos, ha declarado públicamente que no piensa cooperar en la investigación que se sigue en su país contra Julian Assange, el fundador de Wikileaks acusado de pirateo informático, encarcelado en la prisión de alta seguridad de Londres por incumplimiento de la libertad condicional, cuya extradición reclama la justicia estadounidense.
Chelsea Manning estuvo implicada en el escándalo Wkileaks ya que fue ella quien en 2010 entregó a Julian Assange cientos de miles de documentos secretos del Pentágno y cables diplomáticos.
Condenada a 35 años de cárcel, fue indultada por el presidente Obama en los últimos días de su mandato. Hace dos meses volvió a la cárcel por negarse a declarar ante el Gran Jurado que se encarga del caso de Assange (los grandes jurados estadounidenses son grupos de ciudadanos, elegidos por sorteo, que investigan y juzgan los casos penales más importantes. Disponen de auténtico poder durante el tiempo que dura su mandato).
Como la causa contra Assange se encuentra técnicamente finalizada, Chelsea Manning ha salido en libertad, pero esa libertad podría no durarle mucho tiempo porque se ha constituido un nuevo Gran Jurado, que seguirá adelante con el procedimiento de extradición y que ya ha pedido que la exanalista acuda a declarar como testigo de cargo, a lo que ella se ha negado.
Por su parte, Julian Assange, el fundador de Wikileaks encarcelado en Londres tras pasar siete años refugiado en la embajada de Ecuador, ha perdido el apoyo de ese país tras la llegada al poder del presidente Lenin Moreno, quien ha decidido cooperar con Washington.
El 12 de mayo, la fiscalía ecuatoriana ha ordenado el embargo de los bienes de Assange que se encuentran todavía en la embajada de Londres: “Es la primera vez en la historia del asilo–ha dicho el abogado Aitor Martínez, miembro del equipo de la defensa de Assange dirigida por el juez Baltasar Garzón– que el país de protección proporciona asistencia penal al agente de la persecución. Todo es irregular en este caso, ya que entre los bienes de Assange que se van a incautar hay documentos para su defensa, testimonios de conversaciones con sus abogados. Es una absoluta violación de los derechos de la defensa”.
Todo el material informático, teléfono móvil, ordenador, discos CD, tarjetas de memoria y otros documentos propiedad de Assange van a ser entregados a la justicia estadounidense, tras un registro en la embajada previsto para el próximo 20 de mayo. Los abogados de Assange no descartan que el personal de la embajada ya haya entregado vídeos y grabaciones efectuadas sin el conocimiento de Assange.