Según documentos federales, Chelsea Manning –quien, con su anterior personalidad como soldado Bradley Manning, analista de Inteligencia en Irak, fue el informante que entregó a Wikileaks 700 000 documentos confidenciales del ejército- ha presentado su candidatura para representar al estado de Maryland en el senado de Washington, donde reside actualmente, según la información publicada este 24 de enero de 2018 por el diario francés Libération, que retoma lo publicado por el Washington Post.
Antes de disputar el puesto al candidato republicano, Chelsea Manning tendrá que ganar la primaria interna en el Partido Demócrata.
Chelsea Elizabeth Manning, de 30 años, residente en North Bethesda (Maryland), ha presentado el documento titulado “Declaración de candidatura”, en la Comisión Federal Electoral para concurrir a la renovación de la mitad de cámara alta que, como es norma, se hará a mitad de mandato, en noviembre próximo. Según el pliego que presentó personalmente este 11 de enero de 2018 en la oficina del Senado, su comité de campaña se llama “Chelsea Manning por US Senate” y su intención es conseguir la plaza que el senador saliente, Ben Cardin, de 74 años, ocupa desde 2007.
En 2013, Chelsea Manning fue condenada por “traición” a 35 años de cárcel, todavía con el nombre de Bradley y aspecto masculino, por entregar Wikileaks documentos confidenciales e investigaciones internas del ejército estadounidense sobre incidentes ocurridos durante las guerras de Irak y Afganistán, y sobre los detenidos en la base de Guntánamo sin haber sido juzgados.
El soldado Bradley Manning decidió hacer el cambio de sexo mientras se encontraba en la prisión militar, donde pasó siete años, los tres primeros en detención provisional. En uno de los últimos actos de su mandato, Barack Obama le indultó, tras calificar su condena de “desproporcionada”. Desde que recuperó la libertad, el 17 de mayo de 2017, Chelsea Manning ha escrito artículos en los periódicos The Guardian y Medium sobre cuestiones de transparencia, libertad de expresión y libertades civiles, seguridad informática y derechos de los transgénero.
“En su primera entrevista desde que la joven de 30 años publicó en Twitter los detalles de su candidatura al Senado –escribe Ed Pilkington en un despacho de la agencia Pressenza- The Guardian le pregunta si existe relación entre sus ambiciones políticas de hoy y su conversión en una de las informantes más famosas –y más castigadas– de la historia de EEUU: “Verdaderamente no hay una línea directa”, sostiene. “Ha llovido mucho desde entonces. Soy una persona diferente a la que era hace diez años”, añade.