«Ciudad Victoria», la última novela de Salman Rusdhie basada en una leyenda india

«Podría haber sido una obra póstuma» escribe Carne Azzopardi en la web de France Télévisions. porque en efecto Salman Rusdhie, escritor británico de origen indio, se encontraba en la fase de corrección de «Ciudad Victoria» cuando, el 16 de agosto de 2022, recibió doce puñaladas cuando se disponía a presentar su anterior libro en el Festival Literario de la Chautauqua Institution, en el noroeste del estado de Nueva York.

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Como autor de la agresión, la policía detuvo a un joven de veinticuatro años, de nacionalidad estadounidense, llamado Hadi Matar, quien, con el rostro tapado y esgrimiendo un cuchillo de grandes dimensiones, apuñaló repetidamente al escritor .

Se desconocen los motivos que le llevaron a agredir a Salman Rushdie, pero podrían tener alguna relación con el hecho de que una fundación religiosa de Irán ha aumentado recientemente hasta 3,3 millones la cantidad inicial de tres millones de dólares, ofrecidos en 1989 como recompensa para quien terminara con la vida del escritor.

Ahora, un año más tarde, publica por fin «Ciudad Victoria» sobre una historia real que descubrió hace tiempo durante un viaje al sur de India, que sucede en Vijayanagara, capital del imperio durante los siglos catorce al dieciséis, cuyo recuerdo «se ha perdido y olvidado», donde mujeres y hombres vivían en igualdad.

Partiendo de este hecho real, Rusdhie ha escrito una odisea contando la historia de Pampa Kampana, una poetisa ciega medio mujer-medio diosa, que murmuraba en los oídos de los habitantes sobre su pasado y sus sueños, hacía milagros y murió a los 247 años.

Autor entre otras muchas obras de «Versos satánicos», una obra en la que novelaba una parte de la vida del profeta Mahoma, publicada el 14 de febrero de 1988, que le dio fama y le condenó a vivir muchos años en clandestinidad, desde 1989 Salman Rushdie es víctima de una fatua (decreto religioso) dictada por el ayatolá Jomeini, el líder espiritual iraní de la época, enemigo declarado de la monarquía entonces representada por el sha Reza Palevi: «En nombre de dios todopoderoso, quiero informar a todos los musulmanes de que el autor del libro ‘Los Versos satánicos’, lo mismo que quienes lo han publicado, están condenados a muerte. Pido a todos los musulmanes  celosos que los ejecuten inmediatamente, donde sea que los encuentren».

Jomeini, exiliado desde noviembre de 1964 en Turquía, posteriormente expulsado de Irán en 1978 y, tras numerosas gestiones fallidas para establecerse en Kuwait, Líbano y Siria, acabó residiendo en París, donde constituyó un Consejo de la Revolución Islámica y desde donde consiguió, con sus intervenciones públicas, el derrocamiento del Sha el 16 de enero de 1979.

El 1 de febrero de ese año, el avión que trasladaba desde la capital francesa al ayatolá Jomeini aterrizó en el aeropuerto de Teherán, donde se le tributó un recibimiento multitudinario y desde ese día dirigió al país hasta su muerte.

Después de pasar más de dos décadas llevando una existencia clandestina durante la cual publicó una quincena de libros, en 2012 Salman Rushdie publicó en el periódico The New Yorker «The Disappeared», una especie de ensayo personal escrito en tercera persona en torno a la publicación de «Versos satánicos» y sus consecuencias en el domicilio londinense, siempre vigilado por la policía, donde vivió prácticamente escondido durante más de treinta años hasta que al cumplir los 71 decidió salir. «Ahora es necesario que viva mi vida», ha contestado siempre a quienes le aconsejaban ser prudente.

Al día de hoy, los «Versos satánicos» siguen estando prohibidos en Bangladesh, Sudán, Sri Lanka e India. El traductor japonés del libro de Rusdie, Hitoshi Igarashi, fue apuñalado de muerte el 12 de julio de 1991 en la Universidad de Tsukuba. El traductor italiano, Ettore Capriolo, escapó en el último momento a una agresión similar, el 3 de julio de 1991 en Milán. En cuanto al editor noruego, William Nygaard, recibió tres disparos en su domicilio de Oslo el 11 de octubre de 1993, efectuados por un ciudadano libanés y un diplomático iraní.

La fatua contra Rushdie continúa vigente a pesar de de que en 1998 el presidente iraní de entonces, Mohammed Jatamí, declaró que su gobierno no la apoyaba. En 2010, la organización terrorista Al-Qaeda incluyó a Rushdie en su lista negra de personas a abatir.

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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