Claudia Andujar: Medalla Goethe por la defensa de los yanomamis

La fotoperiodista Claudia Andújar ha sido galardonada con el principal premio cultural de Alemania, la Medalla Goethe, por su labor pionera con la tribu de los yanomamis que dio lugar al establecimiento de la zona forestal más grande del mundo bajo control indígena, en una ceremonia que tuvo lugar en Weimar el 28 de agosto de 2018.

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Claudia Andújar y una mujer yanomami © Fiona Watson:Survival

Stephen Corry, director de Survival International, el movimiento global por los pueblos indígenas y tribales, presentó a Claudia en la ceremonia de entrega del premio, reconociendo su contribución crucial a la supervivencia del pueblo yanomami, que no habría sobrevivido sin el activismo de Claudia. Al acto asistió asimismo el eminente chamán Davi Yanomami, a quien llaman “el Dalai Lama de la Selva”.

Claudia Andujar viajó al territorio yanomami por primera vez en la década de 1970 como fotógrafa y después volvió muchas veces para visitar a la tribu y convivir con ella. Fue testigo de la destrucción de aldeas yanomamis con excavadoras para construir la carretera “Perimetral Norte”, así como de las epidemias de enfermedades traídas por las brigadas de obreros de la construcción, y más tarde por los buscadores de oro ilegales, que diezmaron a la población yanomami.

Claudia explicó al Instituto Goethe: “En los campos de concentración marcaban a los prisioneros con números tatuados en los brazos. Para mí, eran los que estaban marcados para la muerte. Lo que intenté hacer después con los yanomamis era marcarlos para la vida, para la supervivencia.”

En 1992, después de catorce años de campaña, Brasil reconoció finalmente el territorio yanomami. Sin embargo, la tribu sigue afrontando graves amenazas en la medida en que las autoridades brasileñas no protegen suficientemente la región. El territorio continúa siendo invadido por buscadores de oro ilegales que traen violencia y enfermedades, y actualmente un brote de sarampión amenaza a la tribu.

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Un chamán yanomami, en una de las miles y miles de fotografías de los yanomamis que ha tomado Claudia durante su labor a lo largo de toda su vida con la tribu. © Claudia Andujar/Survival

Biografía de Claudia Andújar

Claudia Andújar nació en Neuchâtel, Suiza, y se crió en Nagyvárad (actualmente llamada Oradea), en la frontera rumano-húngara durante la década de 1930.

Su ciudad fue ocupada por los nazis, que detuvieron a su padre judío, quien murió en un campo de concentración. Claudia y su madre huyeron primero a Austria, después a Suiza y finalmente a Estados Unidos, donde estudió Humanidades en la Hunter College de Nueva York.

En 1956 se trasladó a Brasil, donde comenzó su carrera de fotógrafa. En 1971 fue a fotografiar a los yanomamis para un artículo de la revista Realidade. En 1978 contribuyó a la fundación de una organización defensora de los derechos de los yanomamis, la Comisión Pro-Yanomami (CCPY), de la que fue directora durante muchos años.

Las imágenes en blanco y negro que tomó de la tribu son famosas en todo el mundo y formaron parte de la campaña que dio lugar a la creación del Parque Yanomami, en la que Claudia desempeñó una función de liderazgo.

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Territorio yanomami en la frontera entre Brasil y Venezuela

Los yanomamis

La reserva indígena de los yanomamis en el norte de Brasil alberga a más de 22 000 miembros de la tribu. La población total yanomami, incluidos quienes habitan en Venezuela, es de alrededor de 35 000.

Viven en grandes casas comunales llamadas yanos o shabonos. Creen firmemente en la igualdad de las personas y no reconocen a “jefes”.

El modo de vida de los yanomamis es comunitario. Ningún cazador se come la carne del animal que ha cazado, sino que la comparte con amigos y familiares. A cambio, otro cazador le dará carne de otro animal que haya cazado.

Mantienen una relación sofisticada con el medio ambiente y sus conocimientos de botánica son vastos. En la vida cotidiana utilizan unas 500 plantas para alimentarse, como medicinas, para construir viviendas y otros dispositivos.

Al menos tres grupos de yanomamis viven aislados; evitan adrede todo contacto con la sociedad dominante.

La supervisión de la reserva yanomami corre a cargo de un único equipo de la FUNAI (Departamento de Asuntos Indígenas), que precisa urgentemente el apoyo gubernamental para proteger a la tribu, pero afronta fuertes recortes presupuestarios.

Buscadores de oro ilegales siguen invadiendo el territorio. Además de traer violencia y enfermedades, exponen a la tribu a una peligrosa contaminación por mercurio.

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