El conocido club argentino River Plate, Los Millonarios, se encuentra en negociaciones para que la empresa estatal turca Turkish Airlines patrocine su camiseta, iniciativa que ha generado polémica.
Todo se produce después de que su gran rival, Boca Juniors, haya obtenido el patrocinio de Catar, a través de Qatar Airways, mediante una gestión del presidente argentino, Mauricio Macri, quien como se sabe fue doce años presidente del club xeneize. Así, el mandatario recibió recientemente al emir de Catar, Al Thani, en Buenos Aires. Esto también ha generado polémica.
Para darse cuenta de la situación, el propio Macri ha declarado que no le gustaría que los dos clubes argentinos, Boca y River, jugaran la final de la Copa Libertadores. Ambos disputan las semifinales ante dos clubes brasileños, Palmeiras y Gremio, respectivamente. Podría cumplirse el deseo de Macri ya que en el partido de ida Boca ganó 2-0 en su feudo mientras River cayó en su estadio Antonio Vespucci, 0-1.
El presidente de River, Rodolfo d’Onofrio, se queja de que nunca fue recibido por el jefe del estado y se ha visto en la tesitura de querer optar por las líneas aéreas turcas. «No hay nada cerrado aún, Turkish es una opción» explican desde el club.
«Soy hincha de River pero me generaría bronca comprarle a mi hijo una camiseta que ponga Turkish Airlines» señaló el vicepresidente de la Asociación Cultural Armenia, Armando Torkomián. Por su parte, el director para Sudámerica del Consejo Nacional Armenio, Alfonso Tabakián, ha solicitado una entrevista con el presidente del River.
Eduardo Costanian, integrante de Instituciones Armenias de la República Argentina (IARA), el espacio de coordinación de las instituciones de la comunidad armenia del país, declaró:
“No queremos que Turkish Airlines aterrice en el fútbol argentino. Entendemos la situación económica que están atravesando los clubes y sabemos que los millones no le vendrían mal a ningún equipo de fútbol, pero River tendría que poner en la balanza sus valores”.
Y pidió a los dirigentes del fútbol argentino que no permitan que se usen los colores del equipo «para lavar la imagen de un régimen denunciado por las asociaciones de derechos humanos de todo el mundo».
Además, recordó dos casos similares en el fútbol argentino: El equipo del papa Francisco, San Lorenzo, por decisión de su presidente Matías Lammens, rechazó en 2014 una oferta de Azerbaiyán, aliado de Turquía y actualmente en conflicto con los armenios por la región de Artsaj (Nagorno Karabaj). Entonces, los representantes de Azerbaiyán exigían que no hubiera armenios en la comisión directiva del club, según denunció Lammens. Otro caso fue el del auspicio de Turkish Airlines en 2015 a la camiseta de Racing de Avellaneda, también rechazado por decisión de su presidente Víctor Blanco.
“Hay una parte que River no vio: Turkish Airlines representa los intereses del régimen de Erdogan, un gobierno negacionista, autoritario, que persigue y encarcela a opositores y periodistas“, denunció Costanian, y detalló que “la situación en Turquía es crítica: es la mayor cárcel de periodistas del planeta”.
Argentina cuenta con una importante colonia de descendientes armenios que supera las 150 000 personas.