Tras las elecciones del viernes 7 de octubre de 2016 en Marruecos, los islamistas del Partido Justicia y Desarrollo (PJD) han conseguido mantener y aumentar su representación, cinco años después de haber accedido al Gobierno, alcanzando los 125 diputados del total de 395 con que cuenta el Parlamento marroquí, 18 más de los que consiguió en las legislativas de 2011.
El PJD se hizo con el primer lugar tanto en los escaños por circunscripciones (98 de 305) como en la ‘lista nacional’ reservada a mujeres y jóvenes (27 de los 90 escaños en juego). Se prevé que repita como jefe de Gobierno Abdelilá Benkirán, quien llegaría así a una década ininterrumpida en el poder, algo poco habitual en los gobiernos en Marruecos.
Durante la madrugada, un nuevo rifirrafe se produjo entre el Ministerio del Interior –controlado por la corona- y el PJD, ya que anunció su victoria antes de hacerse públicos los resultados oficiales.
Su gran rival, el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), formación fundada en 2008 por un amigo del rey, Mohamed VI, quedó en segundo lugar con 102 diputados, 81 en circunscripciones y 21 en la lista nacional, aumentando su representación. En tercer lugar el histórico Partido Istiqlal (PI), el más antiguo del país, con solo 46 escaños, de ellos 11 en la lista nacional, en total, 14 menos que las anteriores elecciones de 2011.
Uno de los escaños perdidos ha sido el del secretario general del Sindicato Nacional de la Prensa de Marruecos (SNPM), Mohamed Bakkali en Larache derrotado por el PJD. Una pérdida a la que se suma la de Karim Ghellab y Yasmina Baddou en Casablanca, escaños que poseían desde 2002. Los salafistas del PI, Abou Hafs e Hicham Temsamani Jad, fueron derrotados en Fez y Tánger.
En cuanto al norte marroquí, en Tánger triunfó el PJD con mayoría, tres de los cinco escaños, con más de 60.000 votos mientras que los otros dos eran para el PAM y la UC. En Tetuán los cinco escaños disputados estuvieron más repartidos, el PJD obtuvo uno, el del alcalde, Mohamed Ida Omar, seguido por la RNI, PPS, PAM y USFP. En Rincón (Mdiq) los dos escaños pasaron al PJD y al PPS. En Chauen perdió un representante la USFP. En el Sahara, con otra dinámica electoral, el PJD no ha logrado la mayoría de los escaños disputados.
Otros resultados fueron los de los partidos denominados del centro político que bajan todos en la representación que tenían, incluidos los que estaban en el Gobierno, RNI y MP. Así, la Reagrupación Nacional de Independientes del ministro de Exteriores, Saladin Mezouar, consiguió 37 escaños –de ellos, nueve en la lista nacional-, baja 15, el Movimiento Popular (MP), 27 –siete en la lista nacional-, pierde cinco y la Unión Constitucional (UC), 19 –cuatro en la lista nacional-, pierde 13.
Caso aparte es el retroceso en general de la izquierda, la histórica Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), miembro de la Internacional Socialista, quedó relegada al sexto puesto con solo 20 diputados –seis en la lista nacional-; un resultado más desastroso que el que obtuvo en las legislativas de 2011 cuando quedó quinto con 39 escaños. No obstante, podrá formar grupo parlamentario propio.
Unos datos, la USFP se ha situado por debajo de los 10 000 votos en las grandes ciudades y en Casablanca ha bajado más del 80 por ciento de los votos obtenidos. Una de las derrotas más hirientes ha sido la del joven candidato Mehdi Mezouari en Mohamedia derrotado por el PJD, MP y PAM. Por contra, los socialistas ganaron en Sidi Ifni gracias a Mohamed Belfkih quien derrotó claramente al PJD que obtuvo el segundo asiento que se disputaba por sólo cuatro votos frente a la tercera fuerza, el PAM.
Malos resultados del Podemos marroquí
El Podemos marroquí, –término acuñado por este periódico y del que otros se han hecho eco-, la Federación de Izquierda Democrática (FDG por sus siglas en francés), la tercera vía entre PJD y PAM, obtuvo tan sólo dos puestos, obtenidos en Casablanca y Rabat, el décimo puesto nacional, muy alejado de sus aspiraciones. La propia Nabila Mounib, su líder no ha salido elegida en la lista nacional de mujeres.
Por su parte, los antiguos comunistas del Partido del Progreso y del Socialismo (PPS), fiel aliado del PJD en el Gobierno, obtuvo 12, con cinco de ellos en la lista nacional- baja 6. Su mayor derrota ha sido en Kenitra donde el ministro de Empleo, Abdeslam Seddiki, fue derrotado y no ha salido elegido, al contrario que el candidato del PAM, Faouzi Chaabi, quien ha pasado por nada menos que cuatro partidos diferentes. En conjunto la izquierda en Marruecos ha pasado de 63 escaños a 35, baja un total de 28, un desastre sin paliativos.
Otros partidos minoritarios con representación fueron el Movimiento Demócrata y Social (MDS), tres escaños, sube uno respecto a hace cinco años, el Partido Unidad y Democracia (PUD), un escaño al igual que el Partido de la Izquierda Verde (PGV), ambos repiten el resultado de las anteriores elecciones.
La participación electoral fue del 43 %, dos puntos por debajo de hace cinco años, en 2011. Hay que aclarar que el ciudadano debe apuntarse previamente en un censo, así de los téóricos 28 millones de votantes sólo se inscribieron unos 13,6 y de estos no ha votado ni la mitad.
De hecho, el extraparlamentario movimiento Justicia y Caridad (Al Adl Wal Ihssan), que llamó al boicot de las elecciones, recordó que el 70 % de los marroquíes no participó en estos comicios y mostraron su escepticismo respecto a los datos del Ministerio del Interior que pasaron de un porcentaje del 30 % a las 17 horas y dos horas más tarde, a las 19 horas ya era el final 43 % , un 13 % , cuando como es previsible, la mayor afluencia es a partir de las 15 horas, tras la oración del mediodía y más un viernes, día sagrado musulmán, día elegido para las elecciones y no a ultimísima hora.