Mientras los indígenas resisten en el Amazonas y una flotilla recorre tres mil kilómetros para llevar la voz de sus pueblos a la Conferencia, el capitalismo verde aparece en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 30).
Hace algún tiempo la Corporación Andina de Fomento (CAF)-Banco de Desarrollo de América Latina organizó en Madrid una cumbre de biodiversidad en colaboración con el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico; se trataba de una serie de encuentros bajo la denominación de «Diálogos Mutis de biodiversidad América Latina y el Caribe-España» en honor del botánico español José Celestino Mutis (1732-1808), que se celebraron en el Jardín Botánico de Madrid y en el Palacio de La Granja de Segovia.
En esos encuentros se reiteró que América Latina y el Caribe desempeñan un papel crucial en el abordaje de los desafíos medioambientales y que es necesario pasar a la acción para defender la biodiversidad, que es un bien común de la humanidad y que en América Latina y el Caribe supone el sesenta por ciento de la biodiversidad mundial.
Por otra parte, en la Cumbre de Financiación para el Desarrollo de Sevilla, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM) acordaron emitir bonos para canalizar capital privado para el desarrollo sostenible de la Amazonía, a través de los programas «Amazonía Viva» del BM y «Amazonía Siempre» del BID, promoviendo la conexión entre clima, naturaleza y desarrollo, a los que posiblemente España contribuirá a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
La CAF emite su primer bono sostenible por 1500 millones de euros para respaldar proyectos en América Latina y el Caribe con beneficios ambientales y sociales; una acción más para convertirse en un banco verde e inclusivo. Hace unos meses había emitido el primer bono azul para promover la conservación de los océanos y los ecosistemas marinos.
La CAF desarrolla también instrumentos que unen conservación y desarrollo productivo, apoyando infraestructuras, investigación, innovación e involucrando a las comunidades locales e indígenas para integrar el conocimiento ancestral.
Para Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo, «convertir la CAF en un banco verde y azul es una promesa cumplida». Era un compromiso institucional con la sostenibilidad y permite replicar bonos y canjes de deuda por naturaleza que se han aplicado en otros países. La CAF ha superado la meta de financiamiento verde para 2026, lo que demuestra que los países que conforman el banco están escuchando, que hay voluntad política y demanda de proyectos sostenibles.
La CAF insiste en la COP 30 que América Latina y el Caribe es la región más biodiversa del planeta, pero necesitamos protegerla y eso implica financiamiento, coordinación y visión de largo plazo. El mundo tiene que entender que invertir en América Latina y el Caribe es invertir en estabilidad climática global. El banco seguirá promoviendo alianzas público-privadas, educación ambiental y proyectos de innovación, para, entre otras cosas, vincular la trasmisión energética con la generación de empleo.
No olvidemos el Fondo Bosques Tropicales para Siempre (FTTT), ideado por Brasil, que ha captado, según el ministro de Hacienda brasileño Fernando Haddad, unos 5500 millones de dólares de países como Brasil, Indonesia, Noruega, Francia o Portugal. La iniciativa garantiza la protección de la biodiversidad y ha sido diseñada con la colaboración de otros países como Colombia, República Democrática del Congo, Ghana, Malasia o Francia y con representantes de pueblos indígenas y comunidades locales. El Fondo será administrado por el BM. Del mismo hemos hablado ya en estas páginas.
Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, ha participado también en la COP 30 defendiendo el papel de las inversiones en redes eléctricas, de las energías renovables y de la autonomía energética.
Así mismo, Sánchez Galán ha participado en la presentación del proyecto «Noronha Verde» de electrificación con energías limpias en la isla Fernando de Noronha, promovido por la filial de Iberdrola en Brasil. La presentación ha contado también con la presencia de Alexandre Silveira, ministro de Energía de Brasil, y Raquel Lyra, gobernadora del Estado de Pernambuco. Para Sánchez Galán este proyecto es un compromiso con el futuro de Brasil.
Los lobbies de las empresas más contaminantes, fundamentalmente media docena de petroleras, volverán a tener la representación más numerosa en la COP 30, con el objetivo de neutralizar cualquier posible acuerdo sobre eliminación de combustibles fósiles.
En la COP 30, la contradicción entre ser una potencia petrolera y una potencia ambiental, hace que Brasil se apunte al capitalismo verde.



