Desde que apareció el “virus retorcido” de las narices y el confinamiento, esto se ha convertido en un sinvivir de limpieza a tiempo completo: ¡No pises! ¡No toques!… ¡No respires!
Ir a comprar es una odisea, que si ponte la mascarilla, (si la pudiste conseguir por tu cuenta en años anteriores), que si ponte los zapatos y la ropa destinados a salir para este fin, pon atención en dónde pisas, compra lo que tienes apuntado en la nota ¡¡¡ importante!!! ¡No te olvides la nota!..
Cuando vuelves con la compra, empieza la condena de la limpieza de la ropa que llevaste y lo comprado, no vaya a ser que el bicho esté al acecho esperando su festín con tu familia.
Si te decantas por comprar por internet, pues tres cuartos de lo mismo…
¿Cuánto tiempo pasamos acordándonos del Covid-19, el “virus selectivo” que se ceba con quienes cobran pensiones o en vías de hacerlo?
¿Y cuánto tiempo acordándonos de quienes gestionan la verdad, sobre las medidas puestas en práctica para combatir el bicho?
GANAR EL TIEMPO
Son tiempos decadentes
entre “malos bichos”
e incompetentes.
Ya estoy volando…
y con mi imaginación
andando.