Con el chupi capitalismo, la creación de empleo en el siglo XXI viene caracterizada por estar pendiente del móvil, es decir de que éste suene a la hora que sea, para ir a donde sea, a realizar algo que está en donde sea… habrá quien llame a esto flexibilidad…
Aunque quizá sea mejor calificar dicha situación en base a las exigencias económicas de unas clases, y los caprichos y deseos de otras, con lo que dichas exigencias, caprichos y deseos terminan convirtiéndose en la esclavitud de las demás personas. Así nos encontramos con la prostitución y trata, además de todas las personas precarizadas por el sistema, de las que muchas y creciendo en número, viven pendientes del smart phone para seguir subsistiendo en el mejor de los casos, gracias a este capitalismo de vigilancia.
De tal modo se está empezando a consolidar una estructura de clases estupenda, en las que las necesidades principales humanas de afecto y de desarrollo de las personas, el chupi capitalismo se las pasa por el arco del triunfo a tiempo completo, mientras que el ser humano está al servicio de la tecnología y de las empresas que controlan sus datos. Sin olvidar que también hay una esclavitud sexual de las mujeres, “normalmente”.
Un panorama maravilloso, en el que se respetan las capacidades humanas, y se reconocen los límites de las personas al margen de los selfis, los me gustan, los seguidores etc y además se comprende que los recursos en la Tierra son limitados y que el mundo y lo que en él habita, es un sistema que funciona como un todo interrelacionándose…
Mucus, la inteligencia mocarra en forma de reloj esputa:
Mientras el conformismo acepta flexibilidad por esclavitud,
la clase política con sus peloteras y vicios
va poniendo “la administración” en el ataúd.