El periodismo latinoamericano se asoma a un punto de inflexión: por primera vez, las redes sociales, los creadores de contenido y el video online superan a la televisión, la prensa y los portales tradicionales como principales canales de acceso a las noticias, según el Digital News Report 2025 del Instituto Reuters, analizado por la periodista Katherine Pennacchio para LatAm Journalism Review (LJR).

La encuesta, efectuada en enero-febrero 2025 a usuarios de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, ratifica que el mando a distancia ha sido sustituido por el algoritmo y que la economía de la atención se juega cada vez más en pantallas móviles y formatos breves.
Del mando a distancia al «scroll» infinito
El informe muestra que la audiencia latinoamericana abandona a ritmo sostenido la televisión en abierto, los diarios impresos y, de forma creciente, incluso las páginas web de noticias, mientras «crece la dependencia de las redes sociales y de las plataformas de video», explica Pennacchio.
Bajo ese paraguas prosperan tanto streamers como medios tradicionales reconvertidos al formato audiovisual: «Está claro que los chatbots y el video se convertirán en una forma importante —y disruptiva— de acceder a las noticias», resume Nic Newman, autor principal del estudio.
Argentina y Brasil marcan la pauta del video en directo
En Argentina, la fiebre del livestream mezcla información y entretenimiento: el ocho por ciento de los encuestados cita al canal digital Luzu TV —más de dos millones de suscriptores en YouTube— como fuente habitual de actualidad.
En Brasil, los diarios Folha de S. Paulo y O Estado de S. Paulo han apostado por videocasts diarios que suman millones de reproducciones y atraen a anunciantes que antes ponían su dinero en la franja nocturna televisiva.
TikTok erige un nuevo tótem informativo
Colombia lidera el salto a TikTok: el 27 por ciento consume allí noticias, cinco puntos más que el año anterior. Perú sigue la estela con una subida de seis puntos. La red china se convierte en lugar de referencia para explicar conflictos sociales o movimientos de protesta que a menudo reciben cobertura limitada en los noticieros convencionales.
«La dependencia de las redes es alta en toda la región y las empresas tradicionales son débiles online», advierte Newman; esa fragilidad deja la conversación pública en manos de influencers y políticos que «hablan directo» al electorado.
¿Menos confianza o más exigencia?
La confianza media en las noticias permanece estancada en el 36,3 por ciento en los seis países estudiados. Brasil pierde doce puntos; Colombia, ocho; Argentina, cuatro; y México, uno, mientras Chile y Perú resisten.
Para Abel Escudero Zadrayec, traductor del informe, la autocrítica es inevitable: «Algo venimos haciendo bastante mal». Sin embargo, cuando se trata de verificar hechos en situaciones críticas —p. ej. elecciones o catástrofes— la población sigue recurriendo a las marcas periodísticas de siempre. Esa dualidad sugiere que la batalla ya no es solo por la credibilidad, sino por la relevancia cotidiana.
La IA asoma con cautela entre los más jóvenes
Solo el seis por ciento de latinoamericanos consulta chatbots como ChatGPT para informarse, pero la cifra sube al quince por ciento entre menores de veinticinco años.
«No está claro si los usan para titulares rápidos o para profundizar», observa la investigadora Amy Ross Arguedas.
Las redacciones experimentan con resúmenes automatizados, traducción instantánea y personalización, aunque el público reclama «supervisión humana directa», como ya fijaron en sus guías Grupo Estado y Grupo Globo en Brasil.
Suscripción: un techo del 18 por ciento y amenazas externas
La proporción de usuarios que pagan por información online no supera el 18 por ciento regional. Perú encabeza la lista (18 por ciento) y Chile cierra (10 por ciento). En Argentina, solo el 11 por ciento declara abonar una cuota: ni Infobae ni TN ofrecen muro de pago.
En México, El Universal combina la edición impresa con contenidos premium y publicidad digital.
La reciente retirada de fondos de Estados Unidos a medios independientes —sobre todo en Centroamérica— ha obligado a las redacciones a diversificar ingresos y a las ONG a reforzar proyectos de sostenibilidad.
Influencers, políticos y la pugna por la agenda
El Digital News Report advierte de un ecosistema fragmentado en el que «influencers y personalidades» compiten con medios y, a veces, con los propios gobiernos por narrar la realidad. Esta pugna se agrava en contextos de polarización y fragilidad democrática.
En México, los periodistas Álvaro Delgado y Alejandro Paez han saltado de YouTube a la televisión pública; en varios países, líderes populistas transmiten ruedas de prensa en directo y sortean preguntas incómodas, mientras acusan a los viejos periódicos de parcialidad.
Lecciones para periodistas
- Reinventar los formatos: los vídeos verticales de menos de un minuto y los podcasts en YouTube facilitan llegar a menores de 35 años sin renunciar al rigor.
- Fortalecer alianzas: proyectos colaborativos entre medios, universidades y organizaciones sociales pueden compensar la pérdida de financiación pública o internacional.
- Transparencia algorítmica: explicar cómo se verifica la información y cómo se usan —o no— sistemas de IA genera un valor diferencial en un entorno saturado de contenidos.
- Mirada multisectorial: las tendencias que afectan al periodismo también impactan en la comunicación sindical, educativa y medioambiental; comprenderlas ayuda a diseñar campañas más efectivas.
El reto: conectar sin diluir la esencia
La fotografía que traza Pennacchio confirma que el futuro de la información latinoamericana se decide en el pulgar de cada usuario. La clave, concluye Newman, será «equilibrar entretenimiento, precisión y modelo de negocio».
Para los profesionales del periodismo y los líderes sociales citados —desde oenegés hasta partidos—, la oportunidad reside en convertir las pantallas en puentes y no en muros, reivindicando un periodismo que, aunque cambie de formato, preserve su función de control democrático.



