Jesús Fonseca Serrano
Tener claros cuáles son los diferentes instrumentos financieros que nos ofrecen las entidades bancarias para gestionar nuestro dinero resultará fundamental a la hora de hacer frente a los obstáculos económicos que tendremos que afrontar a lo largo de nuestra vida. Entre las herramientas más conocidas que nos ofrecen dichas entidades encontramos las cuentas bancarias y las cuentas de valores.
Todo lo que debes saber sobre las cuentas bancarias y cuentas de valores
A lo largo de esta entrada, vamos a explicarte en detalle la definición y diferentes características de las cuentas bancarias y de las cuentas de valores.
¿Qué es una cuenta bancaria?
Una cuenta bancaria es un depósito de dinero en el que podemos llevar a cabo las operaciones financieras útiles y más básicas, funcionando así como una base para la administración de nuestro dinero: domiciliación de los cobros y de pagos, transferencias de dinero, sacar fondos con nuestra propia tarjeta de crédito o débito… etcétera.
Las cuentas bancarias pueden estar sujetas a diferentes tipos de comisiones, siendo las de administración y las de mantenimiento algunas de las más frecuentes. Pese a ello, has de tener en cuenta que podrás eliminarlas en la mayoría de casos si domicilias la nómina u otra fuente de ingresos. Cuando abres la cuenta, puedes solicitar y disponer de otros productos vinculados, tales como las tarjetas, los seguros, las hipotecas, los préstamos… entre otros.
Ventajas de las cuentas bancarias
Las cuentas bancarias permiten a los titulares disponer de su dinero en cuanto ellos lo soliciten sin tener que asumir ningún tipo de penalización por ello. Esto no es el caso para otros productos financieros como los depósitos a plazo fijo, para los que sí hay que esperar a la finalización del contrato o, en su defecto, avisar con antelación a la entidad para poder retirar total o parcialmente el saldo.
Los bancos reciben los ingresos y gestionan los pagos pertinentes a través de esta cuenta bancaria, siempre y cuando así lo haya solicitado su titular. El servicio de caja es el rasgo más característico de esta herramienta financiera, dado que otros tipos de depósitos no facilitan tanto las domiciliaciones de ingresos o de gastos.
Además, el titular de la cuenta bancaria podrá acceder siempre que quiera al dinero que haya depositado en ella. Para ello, deberá hacer uso de su tarjeta de débito o de crédito asociada, y utilizar cajeros automáticos o cualquier otro servicio de operativa online. También se podrá retirar saldo de un cajero automático o de una ventanilla de la sucursal bancaria correspondiente mediante un cheque o a través de una transferencia electrónica.
¿Qué es una cuenta de valores?
Una cuenta de valores constituye un producto financiero que facilita la gestión en la compraventa de activos financieros tales como las acciones, los fondos de inversión, bonos… entre otros. Podrían considerarse como una especie de cuenta corriente desde la que se gestiona estos activos de forma directa. Así, las cuentas de valores deberán vincularse a una cuenta corriente en la que se encuentre el dinero con el que se llevarán a cabo las operaciones de compraventa antes mencionadas. Para abrir una cuenta de valores, tendremos que recurrir a los bancos tradicionales o a un bróker, el cual será el encargado de llevar a cabo esta gestión.
El proceso de apertura de la cuenta de valores es muy sencillo. Para ello, lo único que deberemos hacer será rellenar el formulario de registro correspondiente, añadir la documentación que se nos solicite y hacer un depósito inicial. Tras esto, tendrás acceso a tu propia área de clientes desde la que podrás efectuar tus primeras operaciones en el mercado de valores.
Ventajas de las cuentas de valores
Existen numerosos beneficios asociados al uso de cuentas de valores. La primera de ellas es el acceso al mercado financiero que facilitan, dado que sus usuarios podrán acceder al mercado de valores y participar de la compraventa de acciones, bonos, fondos de inversión y de otros instrumentos financieros a su disposición.
Así, las cuentas de valores dan pie a que el usuario pueda disfrutar de una amplia gama de oportunidades diferentes de inversión. Los titulares de las cuentas de valores podrán invertir en acciones de empresas nacionales e internacionales, en bonos corporativos o del gobiernos, en fondos de inversión… entre muchos otros productos financieros. La cuenta de valores permite, así, aprovechar el potencial de todos estos bienes para la planificación y diseño de estrategias de inversión con los que disfrutar de rendimientos atractivos.
Por si esto fuera poco, la estrategia de diversificación permite contar con una cartera de inversiones con diferentes activos y sectores. De esta manera, se ayuda a reducir el riesgo de pérdidas al no depender, únicamente, de una sola inversión.
Antes de llevar a cabo cualquier operación financiera que implique la inversión de importantes cuantías de dinero, lo mejor que puedes hacer es consultar ese tipo de decisiones con asesores financieros que cuenten con experiencia o conocimientos suficientes en el mundo de las inversiones.
