El diazepam es un fármaco derivado de la 1,4-benzodiazepina, con propiedades ansiolíticas, miorrelajantes, anticonvulsivantes y sedantes. Se utiliza para tratar estados de ansiedad y está considerada como la benzodiazepina más efectiva para el tratamiento de espasmos musculares. Es una de las benzodiazepinas más frecuentemente administradas.
Qué contiene diazepam
Al igual que ocurre con muchos medicamentos, el diazepam es el componente principal de una gran variedad de fármacos, existen varias marcas de diazepam en el mercado, D-Val, Dizac, Valicot, Valium, Valrelease y Zetran son las más conocidas.
Por ejemplo, Valium, que fue la primera marca con la que se comercializó el diazepam, contiene también lactosa, estearato de magnesio, almidón de maíz, ácido esteárico y colorante E104.
En nuestro entorno social, el impacto de este medicamento al tratar la ansiedad permite que personas con este desorden experimenten cambios rápidos en la confianza en sí mismos y en sus capacidades competitivas.
Uso
En un estudio realizado en México y España, se ha encontrado que el 31% de los mexicanos lo utiliza y de los españoles el 28% de la población utiliza este tipo de pastillas para dormir.
Este medicamento no puede adquirirse sin receta y un médico lo recetará solo en casos de ansiedad, trastornos psicosomáticos, tortícolis o espasmos musculares. Por vía intravenosa se usa en sedación previa a intervenciones (endoscopias, biopsias, fracturas); estados de agitación motora, delírium tremens, convulsiones. El diazepam se indica también para el tratamiento del vértigo, ataques de pánico, insomnio, disnea, y el síndrome paraneoplásico del hombro rígido, pero no tiene mejores efectos que el sulfato de magnesio en mujeres embarazadas con eclampsia.
La dosis media de diazepam es de entre 5 y 10 mg diarios y nunca se deben exceder los 20 mg por día, porque podría provocar serios daños cerebrales, como el coma, o incluso la muerte por sobredosis.
Las dosis deben ser ajustadas por un médico para cada individuo en cuestión, debido a que la variabilidad de la relación dosis/respuesta es muy grande.
Alternativas
Para casos serios de los desórdenes mencionados anteriormente, probablemente no haya más alternativa que el uso del diazepam o de sus substitutos, sin embargo, para casos más leves, se pueden aplicar terapias conductuales que lleven a reducir la ansiedad lo suficiente como para no alterar el desarrollo de nuestra vida normal.
Los casos de ansiedad, de estrés y de ataques de pánico son causados en su mayoría por el estilo de vida actual en el que se desatiende el cuidado al cuerpo hasta que una enfermedad nos obliga a prestarle atención. La alternativa es evidente: hay que cuidar nuestro cuerpo sin necesidad de que una enfermedad nos obligue a ello.
Cuidar el cuerpo también implica cuidar la mente y, aunque hay miles de opciones para hacerlo, aquí podemos mencionar las más genéricas, que no por ello son menos útiles. Por mucho trabajo que tengas, por muchas ocupaciones que te sean asignadas, siempre debes encontrar un momento al día (o varios momentos), en los que hacer una pausa, por muy pequeña que sea, para relajar la tensión, para focalizarte en las cosas buenas de tu vida, tanto en las que han sucedido como en las que están por suceder.
Y por supuesto, la buena alimentación te ayudará a que tu cuerpo funcione y responda bien, ahorrándote malestares y debilidades. Si hace tiempo que no comes bien ni duermes bien, prueba a hacerlo un día, solo uno, y verás la diferencia. En ese día de prueba, duerme todo lo que te apetezca y come equilibradamente una dieta variada, sin excesos. Al día siguiente verás, quizá con sorpresa, que estás más concentrado que de costumbre y con más energía para desarrollar todas las actividades que te toque hacer. Si eres capaz de realizar tanto trabajo como para estar muy estresado, seguro que eres capaz de organizarte un día a la semana o cada dos semanas para lo contrario.
Hay un dicho en muchos monasterios de Nepal que dice «trata bien a tu entorno y el entorno te tratará bien a ti». Este dicho es aplicable al propio cuerpo. Quizá en algún momento no tengas otra alternativa que tomar un diazepam puntualmente, pero la actitud que debes mantener constante es la de atender tu cuerpo y tu mente como se merecen y no te arrepentirás.