El gobierno cubano trabaja en una estrategia para fortalecer su frente externo, acuciado por las dificultades económicas, el reforzamiento del embargo estadounidense y el retorno de gobiernos inamistosos a la región latinoamericana, informa Patricia Grogg[1] (IPS) desde La Habana.
Después de una gira que en la primera quincena de noviembre lo llevó a Rusia, Corea del Norte, China, Vietnam y Laos, el presidente Miguel Díaz-Canel recibió en Cuba al jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, en visita de dos días que cerró un largo paréntesis de distanciamientos y desencuentros bilaterales.
Sánchez desembarcó en la Habana el 22 de noviembre, tres décadas después de la visita en 1986 del también gobernante socialista Felipe González (1982-1996). Su sucesor, el derechista José María Aznar (1996-2004) empañó los lazos bilaterales al condicionar el diálogo y la cooperación con la Unión Europea (UE) a cambios políticos en Cuba.
Aznar impuso la Posición Común, una cláusula considerada por esta nación caribeña como una injerencia inaceptable en sus asuntos internos y que se mantuvo vigente desde 1996 hasta diciembre de 2016, cuando la UE y La Habana firmaron un acuerdo de diálogo político y cooperación que dejó sin efecto esa política.
Aunque formalmente provisional, mientras los parlamentos de los 27 países de la UE no lo ratifican, el convenio marcha hasta ahora sin tropiezos.
Pero el frenazo en el deshielo de La Habana y Washington al llegar Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, redujo de rebote las expectativas iniciales sobre el impacto económico del acuerdo con la UE, que partían de la retroalimentación de las normalizaciones paralelas en las relaciones con el bloque europeo y el vecino del norte.
Trump mantiene su política adversa a Cuba a contrapelo de la comunidad internacional que este año volvió a votar en la Organización de Naciones Unidas (ONU) en contra del embargo, el cual Cuba considera bloqueo por su impacto extraterritorial, que frena las inversiones extranjeras, necesarias su desarrollo.
Díaz-Canel y Sánchez pertenecen a una generación de dirigentes que «asumen en época de Trump y pueden ser más enérgicos en buscar intereses propios haciendo caso omiso a las presiones norteamericanas. Esto conviene a Cuba», comentó a IPS el ensayista y analista político cubano Carlos Alzugaray.
Ambos mandatarios asumieron sus cargos en 2018. «Sánchez vino a Cuba cuando se dan pasos para consolidar el acuerdo de cooperación con la UE», recalcó Alzugaray, quien recordó además que España es uno de los principales inversores en Cuba y específicamente en el turismo «el sector más dinámico de la economía cubana».
Ese rubro, segunda fuente de ingresos de Cuba después de la exportación de servicios, se ha visto visiblemente afectado por las restricciones de viajes de estadounidenses impuestas por Washington y la nación caribeña debió rebajar a 4,7 millones su previsión de finalizar 2018 con cinco millones de visitantes.
El 13 de noviembre, Washington añadió veintiséis empresas, entre ellas dieciséis hoteleras, a la lista de 180 entidades cubanas con las que ciudadanos estadounidenses tienen prohibido negociar. En el listado figura el Gran Packard Hotel, administrado por la firma española Iberostar y sede del foro empresarial que se celebró durante la visita de Sánchez
Autoridades cubanas calificaron esas medidas de «coercitivas» y criticaron que intentan asfixiar al país. «El contexto económico en que se produjo la visita del presidente español es muy complejo», alertó a IPS el economista cubano Omar Pérez Villanueva.
Citó entre otros datos, el estimado de 1 % de crecimiento para el cierre del 2018, que está no solo por debajo de lo previsto, sino distante de lo que necesita crecer el país para su desarrollo, entre el 5 y 7 %. Mencionó también la última zafra azucarera, que apenas pasó del millón de toneladas de azúcar.
«En el futuro mediato se debe sentir la pérdida de los ingresos provenientes de los servicios médicos cubanos en Brasil, en una decisión necesaria desde el punto de vista político y de respeto a nuestros profesionales, pero evidentemente traerá nuevas complicaciones al escenario económico», indicó este investigador.
La exportación de servicios profesionales, entre ellos los médicos, es una de las principales fuentes de ingresos de Cuba, al aportar más de 8000 millones de dólares anuales.
Pero el gobierno cubano decidió abandonar este mes el programa Más Médicos, vigente desde 2013 con Brasil, tras exigencias del presidente electo Jair Bolsonaro, que consideró La Habana ofensivas
En este panorama, el economista consideró recomendable aprobar las propuestas de inversión extranjera provenientes de España, en primer lugar y de otras empresas transnacionales. «Cuba tienen enormes potencialidades y España recursos necesarios para ampliar su presencia en el país», indicó.
Agregó que también se debería pensar en utilizar el potencial existente del recurso productivo nacional sea privado o cooperativo. En su opinión, la gira internacional de Díaz-Canel «le pudiera servir de reflexión para desmitificar el papel que debe tener el mercado en el desarrollo nacional».
España es el tercer socio económico global de Cuba y el primero de Europa, tiene 35 negocios en operación en la isla caribeña, una cuota de mercado cercana al 40 % y acumula exportaciones anuales por alrededor de 900 millones de euros, que en 2018 aumentaron 5 %.
«No queremos limitarnos a ser testigos del despegue que sin duda alguna se produce y se producirá con más intensidad en la economía cubana, queremos también acompañar ese despegue, sustentarlo», dijo Sánchez en la inauguración del foro empresarial que reunió a representantes de alrededor de 350 compañías de ambos países.
España resulta clave en el turismo cubano, donde empresas hispanas operan 90 % de los hoteles cinco estrellas y 70 % de las habitaciones de hotel. Sánchez remarcó que son españoles nueve de los diez principales operadores turísticos presentes en Cuba.
Sin embargo, apuntó que los impagos por parte del Estado cubano «generan situaciones difíciles» y llamó a «dialogar para solucionar el problema».
El endeudamiento externo y la decisión cubana de cumplir sus compromisos de pago es un tema de especiales tensiones. «Aunque se han cumplido los pagos comprometidos por deudas atrasadas, ha habido momentos en el transcurso del año de ciertos retrasos», indicó Pérez Villanueva.
De «necesaria» y para que «España recupere el liderazgo en Cuba», calificó la visita de Sánchez a la isla Inmaculada Benito, jefa de operaciones del Grupo Iberostar, que tiene veintiún hoteles establecidos en Cuba.
Al cierre de la visita, se firmaron dos nuevos proyectos dentro de los acuerdos bilaterales para la regularización de la deuda de Cuba con España.
Para ello se dispone de un fondo de 417 millones de dólares, creado en 2015 como parte de la reconversión de la deuda bilateral de Cuba con España y que se destina a incentivar las inversiones del país europeo en esta isla caribeña.
- Con aportes de Ivet González, desde La Habana.
- Edición: Estrella Gutiérrez
- Publicado inicialmente en IPS Noticias