Entre las gangas y la seguridad media una distancia.
La cultura del “low cost” está de moda ¿a quién no le gusta lo bueno, bonito y barato? Pero a estas alturas de la película mercantilista somos conscientes de que todo tiene un precio, y que arriesgar la vida de las personas es demasiado desprecio…
¿Cuál es el coste de examinar periódicamente a personas cuyo trabajo consiste en la responsabilidad de llevar a buen puerto a muchas vidas?
¿Han considerado que l@s psicólog@s están no solo para ejercer de voluntari@s en las catástrofes, lo cual es muy loable, sino que deberían estar y además pagados para evitarlas?
Está claro que el low cost no va en la línea de lo auténtico, sino de la credulidad y la fe en lo aparentemente “bueno y bonito” aunque devaluado.
“La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas” Karl Marx.