La marca danesa de accesorios para hombre Trendhim ha lanzado una colección de relojes que ha denominado “colección danesa”. Si vamos hasta ella, observamos que se caracteriza por la sencillez y el cuidado de los diseños que recogen las líneas más clásicas, pero con un toque de modernidad y atractivo, a la vez que armónico.
Quizá esa armonía que se aprecia en estos relojes sea lo que más sabor a Dinamarca tenga. A fin de cuentas, este país fue proclamado el más feliz del mundo en el último Informe Sobre la Felicidad Mundial.
Sí, existe un informe mundial sobre la felicidad o sobre la felicidad mundial, aunque se lleva elaborando sólo cuatro años, pero debería haber sido de los primeros estudios seguidos a nivel mundial. La felicidad lo mueve todo, o hace que el movimiento sea más agradable. De nada sirve producir energía renovable, por ejemplo, y ser sociedades infelices. La felicidad, por tanto, ha de ser también medida.
Sara López, española residente en Dinamarca, desvela que, sin lugar a dudas, el secreto de la felicidad de los daneses se denomina hygge, algo que en nuestro país comienza a ser practicado, según Sara. Es un estilo de vida saludable, basado en la calma y en saborear los pequeños momento del día a día, un desayuno en pareja, una comida entre amigos, una llamada de un familiar con quien no hablas a menudo… ¿no es maravilloso? El secreto de una vida feliz no reside en algo hipercomplicado de encontrar. Está a nuestro lado, y en realidad llevamos siendo felices toda la vida sin saberlo.
Así, esta marca de pulseras y demás accesorios nos lo hacer ver en su colección. Que sean relojes tampoco es casualidad. Es la expresión máxima de carpe diem, esa expresión latina que tanto popularizó el señor Keating y que tanta falta nos hace en nuestro día a día.
Pero los daneses, aparte de su felicidad y sus famosas galletas de la caja metálica y azul que se ha convertido en la caja de costura de muchos españoles, destacan por muchas más cosas – aunque la felicidad y las galletas pueda ser definitivo– .
Todo el país y, fundamentalmente Copenhague, es un ejemplo de movilidad sostenible. El medio de transporte de la mayoría de los ciudadanos de la capital es la bicicleta. Los coches son una excepción, una contaminante excepción. En este sentido, la calidad del aire también es muchísimo mejor que en nuestro país, y con la casi ausencia de los vehículos motorizados, también es muy reducida la contaminación acústica o lo que, normalmente, llamamos ruido. ¿Os imagináis una calle principal sin coches que pitan histéricos? Quizá también la felicidad vaya en bicicleta.
Y si la felicidad va en bicicleta y come galletas de mantequilla, en sus ratos libres hace torres de LEGO. Y es que esta gran marca, que ha dejado huella en muchos de nosotros y en nuestros hijos, surgió allí en 1932, y ha sido perfeccionada hasta tal y como lo conocemos ahora. En la ciudad de Billund, que es la segunda del país, se encuentra LegoLand.
¿Cómo no van a ser felices los daneses con estos ingredientes?
